¿y la gente?

La situación que vive la gente de Boca Juniors hoy es injusta, indigna e inmerecida.
Se ha degenerado tanto el mundo fútbol que los que viven de él, han perdido de vista lo que generan en el público simpatizante, única fuente que hace fuerte a este deporte de alcance mundial.
Es Boca –por su gran cantidad de seguidores- el paradigma de lo que hablamos. Ojo, esto no deja exentos a muchos otros.
El xeneize tiene un plantel -por calidad y cantidad- capaz de superar con creces la ubicación, en la tabla que ostenta en este campeonato. ¿Por qué, entonces pasa lo que pasa?.
Porque se fue Macri y se murió Pompilio, Boca perdió la cadena de mandos, en un club que –por sus características- necesita verticalidad en las decisiones.
Porque Riquelme sigue siendo caprichoso e individualista. No responde a los mandos naturales nunca. Divide y daña.
Porque los demás jugadores ayudan al quilombo. O siendo cómplices, o dejándose llevar o algunos por inexpertos.
Porque la hinchada –no la gente común simpatizante- crea antinomias nocivas.
Porque gran parte del periodismo echa leña al fuego en busca de rating o mayor tirada.
Porque, ante este panorama, no hay técnico que pueda ser eficiente.
Esto es jugar con la gente. Imaginen a un bostero después de disfrutar el clásico. La alegría y la esperanza experimentada. Y a las pocas horas un 1-4 con Chacarita. Más lo que siguió.
¿Saben porque Boca es grande?.Por su gente.
Saben porque Riquelme es un jugador reconocido y pudo demostrar calidad?. Por Boca.
Todos los que están ahí son alguien por Boca… Todos
No se caguen en la gente, porque Boca es Boca, por su gente.
NOTA: Soy sintético para que ustedes amplíen cada párrafo con sus propios aportes. -
Omar Cerieldín
Columnista Especial