Ese cantautor que tanto significó en los tiempos últimos del franquismo, durante la transición y posteriormente, hasta hoy, donde jóvenes cantautores continúan explicitando su compromiso.
Incluye fotografías, manuscritos, portadas de discos y otro material coleccionado durante más de cincuenta años por Fernando Gónzalez Lucini, un especialista en cantautores españoles e iberoamericanos. Un personaje que ha dedicado estos años a recopilar este material, con la única pretensión de que sigan vivos en nuestra memoria.
Sin embargo, como explicó el mismo Lucini, no se trata de un acto nostálgico, puesto que hoy la canción de autor sigue viva. Nuevos cantautores siguen saliendo y defendiendo su compromiso con la vida.
La exposición está dividida en tres partes:
- El canto exiliado (donde se encuentran representados álbumes de Paco Ibañez, Pablo Guerrero, Chicho Sánchez Ferlosio o Elisa Serna, entre otros).
- Arte y Canción (aquí podemos ver a Raimon, Vainica Doble, Camarón, Aute y Llach, entre otros).
- La canción y los poetas (aquí están Jarcha, Hilario Camacho, Serrat y Soledad Bravo, entre otros)
Una emocionante muestra donde somos muchos los que encontramos en la palabra de estos artistas, nuestra palabra. En sus pensamientos, los nuestros. En su ansia de un mundo mejor, nuestro deseo. Un compromiso compartido con artistas que estuvieron siempre dando la cara, en momentos que no eran los más propicios.
En la inauguración se juntaron varios cantautores, unos, los que sobreviven desde hace cuarenta años; otros, nuevos artistas del siglo XXI. Entre los más conocidos, encontramos a Pablo Guerrero, Elisa Serna y Luis Pastor.
Un vibrante encuentro, que terminó con una intervención de Luis Pastor, donde nos deleitó con un poema sobre los cantautores. Un poema que contesta a la pregunta recurrente que algunos periodistas le hacen, como si los cantautores ya no existieran. Un poema que vale la pena escuchar y sentir su contenido y que contesta a la pregunta: “Qué fue de los cantautores”. A mí me emocionó. Escúchelo, son menos de cuatro minutos y vale la pena.
Y recuerden que pueden, hasta el 10 de enero, venir a ver esta exposición en Rivas, en el Centro Cultural Federico García Lorca.
Salud y República