Título: Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques (And the Hippos Were Boiled in Their Tanks)
Autor: William S. Burroughs y Jack Kerouac
Editorial: Anagrama (abril 2010)
Año de publicación: 2008Páginas: 192
Precio: 16,50 euros
Qué bien sienta después de un fracaso lector toparte con un libro que te recuerda por qué amas tanto la lectura, del que estarías todo el día hablando y se lo recomendarías a todo el mundo. No ha sido difícil acertar, me entusiasma la Generación Beat, pioneros en poner el mundo adulto y formal patas arriba, precursores del movimiento hippie, un puñado de amigos a cuál mejor escritor. De momento mi favorito sigue siendo Jack Kerouac y En el camino, aunque también recomendaría Los vagabundos del dharma; a Burroughs lo conocí a través de su obra maestra, El almuerzo desnudo, que me dejó impactada. Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques es uno de esos libros cuya propia historia es tan o más interesante que el libro en si. Escrita mano a mano entre Kerouac y Burroughs entre 1944 y 1945, narra el día a día de un grupo de amigos a través de una sucesión de capítulos alternos escritos por dos personajes, Will Dennison (Burroughs) y Mike Ryko (Kerouac). Nos encontramos en el verano de 1944 en Nueva York, queda un año para que finalice la II Guerra Mundial, y Will y Ryko recorren la ciudad con sus amigos de una sala de jazz a otra, cóctel en mano, copa tras copa, apurando la ciudad, viviendo su música, su arte o su cine. Las alusiones a películas, músicos, escritores o pintores son constantes, y consiguen meternos de lleno en la época. Para irnos ambientando os dejo una canción del increíble Benny Woodman, The world is waiting for the sunrise, que se nombra en la novela.
Junto a Mike y Will se desarrolla un pequeño drama que acabará por estallar de una manera insospechada. Phillip Tourian, un adolescente, y Ramsay Allen, un treintañero enamorado locamente de él desde hace años viven en un continuo tira y afloja que acabará con un asesinato. En realidad todos los personajes de la novela son personas y hechos reales. Ramsay Allen era David Kammerer, y Phillip Tourian, era Lucien Carr, quien el 14 de agosto de 1944 apuñaló a Kammerer y arrojó su cuerpo inconsciente al río Hudson donde murió ahogado. Después, les contó a sus amigos Burroughs y Kerouac lo sucedido, convirtiéndoles en cómplices involuntarios del asesinato. Ambos escritores reconstruyen en esta novela los días previos a los hechos y la confesión que Carr les hizo por separado, cuando aún no había alcanzado la fama ninguno de ellos ni habían escrito sus posteriores obras maestras. Lucien Carr, tratando de huir de ese oscuro pasado, impidió que se publicase su novela hasta el momento de su muerte en 2005. La novela nos mete de lleno en las vidas de estos genios, por aquel entonces aún muy jóvenes, y sus locuras y extravagancias. Lo que empieza siendo un periplo por el Nueva York de los años 40 de la mano de los que serían años después los creadores de la Generación Beat, termina en un drama auspiciado por una sociedad rancia y de doble moral que condena la homosexualidad y el no ajustarse a las normas morales.
Espero que os haya gustado el libro, porque tras leer Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques he recordado lo mucho que me gusta la Generación Beat, y en un ataque de locura me he hecho con todos estos libros, así que aviso, va a haber beats para rato. ¿Qué os parecen? ¿Habéis leído alguno?
- Tras no parar de hablarle del libro, mi chico se ha comprado Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques para leerlo él, ya que el libro que tenía yo era de la biblioteca. Así que ya lo tengo en casa para releerlo cuando me apetezca.
- Los subterráneos de Jack Kerouac: mi beat favorito, San Francisco a golpe de jazz, alcohol y drogas. Una historia de amor en los años 50 entre un escritor blanco y una chica negra.
- Yonqui de William S. Burroughs: el descenso a los infiernos de la droga como forma de vida, un libro prohibido y marginal en su momento, que tan solo se atrevió a publicar una pequeña editorial.
- Aullido de Allen Ginsberg: genio e inspirador de la Generación Beat, un largo poema que pasea por lo más oscuro del ser humano. Un libro que estuvo prohibido durante un año, y cuyo editor fue a juicio acusado de promover la obscenidad al publicarlo (hechos que podéis ver en la increíble película Howl de Rob Epstein). "Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura".