Con la resaca del partido histórico entre Brasil y Alemania, que ha supuesto para la Selección Brasileña la mayor humillación de la historia del fútbol, me dispongo a escribir de la selección que más tilín me ha hecho en este Mundial. Hace poco más de un mes, escribí un artículo en esta página hablando de selecciones que enamoraron al público por ser novedosas y convertirse en la revelación de un Campeonato del Mundo. En Brasil me he enamorado de Costa Rica.
Podría haberlo hecho también de Colombia. No me habrían faltado razones, pero el combinado cafetero cuenta en sus filas con jugadores más conocidos y con más experiencia que los que enrolan la selección caribeña. El que apostara en su día por una trayectoria similar a la que ha tenido Costa Rica, habrá rentabilizado lo invertido en la apuesta. Máxime porque los ticos estaban encuadrados en el grupo de la muerte, con Uruguay, Italia e Inglaterra.
Pues ni cortos ni perezosos, los costarricenses se clasificaron para octavos como primeros. Su andadura, como todos sabéis, acabó en una ronda de penaltis histórica ante los Países Bajos. Lo de histórico lo digo, obviamente, por el cambio de portero que realizó Van Gaal antes de comenzar los lanzamientos desde los once metros. En esta lotería, Tim Krul le ganó la partida a Keylor Navas.
La selección de Costa Rica ha sido la gran sensación de este Mundial
Y precisamente, el portero levantinista (a estas horas) ha sido uno de los grandes protagonistas de su equipo. Las actuaciones realizadas en todos y cada uno de los partidos disputados por Keylor, le han encumbrado a la cima de los porteros más determinantes y seguros del momento. No exagero si digo que, en una lista con los diez mejores guardametas del mundo, la mayoría incluiríamos a Navas en ella.
Ha destacado también en la solvencia y seguridad de los ticos la labor defensiva de Giancarlo González. De hecho, Costa Rica solo ha encajado dos goles en cinco partidos. González se mostró muy seguro y convincente a la hora de lanzar penaltis en dos rondas, convirtiendo ambos lanzamientos.
Otro de los motivos por los que he disfrutado con este equipo ha sido el derroche de clase y calidad de Bryan Ruiz. El delantero del Fulham FC posee un talento espectacular y juega con una elegancia que enamora. Fue una pena que Bryan no terminara llegando al Betis en el mercado de invierno, cuando parecía que su fichaje era un hecho. El que si jugó en el equipo bético fue otro de los destacados de Costa Rica. Me refiero a Joel Campbell, que tras una gran temporada en Olympiacos, se ha ganado el puesto en el Arsenal. Seguro que Wenger saca todo el jugo que tiene Joel que, a sus 22 años, ha de dar un golpe sobre la mesa para certificar que no es solo una promesa para el futuro. Por falta de calidad no va a ser.
Veremos dentro de cuatro años quién toma el relevo como equipo revelación en el Mundial de Rusia. Hay candidatos serios, como los Estados Unidos, que llevan una progresión alucinante y que tienen toda la pinta de convertirse en una gran potencia futbolística a corto plazo. Veremos.
- Bio
- Últimos artículos
Pablo Caballero Payan
Apasionado del fútbol y Bético por encima de todas las cosas. Continuamente pendiente de la actualidad del club verdiblanco, disfruto y sufro con las alegrías y sinsabores del Betis. Ser Bético es real como la vida misma, ya que uno aprende a levantarse tras continuas caídas. Y ahí está la verdadera fuerza del Betis: en sobrevivir a los contratiempos.Últimos artículos de Pablo Caballero Payan (ver todos)
- Y me enamoré de Costa Rica - julio 9, 2014
- Nueve años de aquella noche en el Vicente Calderón - junio 11, 2014
- Selecciones que enamoran - junio 5, 2014