Superman y Lois Lane.
Hace algún tiempo os expliqué por qué tome la decisión de embarcarme en esta locura del periodismo pero nunca reflexioné en voz alta sobre lo que realmente me interesó siempre: el cine.
Desde muy pequeña me gustó más que mis padres me regalaran unas cuantas cintas VHS a unas muñecas, y eso es algo que ellos me inculcaron. El cine es vida, pura poesía a veces. El cine te permite soñar, soñar con superhéroes, finales felices y grandes romances. Y es aquí, justo en ese punto, cuando respondo a la pregunta de nuestro título.
Tal vez hubiera podido relacionarme con el mundo del cine de cualquier otra manera. Habrá cientos, incluso miles, pero ninguna como la opción que yo elegí. Escribir, hablar, opinar sobre algo que te apasiona tanto como a mi el cine es simplemente maravilloso y, como yo a penas soy una principiante, decidí empezar por este blog, a modo de diario, para plasmar todas mis ideas e inquietudes.
Siempre creí que no hay forma mejor de transmitir algo que desde la pasión. La pasión por cualquier cosa puede mover asuntos maravillosos, y algo tan mágico como el archiconocido 'séptimo arte' no puede salir tan mal. Cuando haces algo que de verdad te sale de tan adentro sólo puede salir bien. O al menos eso me enseñaron. Así nació este amor tan raro que tengo por dos mundos a veces tan enfrentados: periodismo y cine.
Desde aquí sólo espero dar los primeros pasos hacia algo mucho mejor. Algo que le debo a mis padres, porque me enseñaron a amar el cine, y a todos aquellos que dedican unos pocos minutos a leerme, porque no saben lo tremendamente felices que me hacen.
Y, ¿por qué cine? Porque el periodismo cinematográfico contribuye a veces a ese maravilloso mundo de sueños que sólo algunos privilegiados son capaces de construir. Porque para alguien como yo este tipo de periodismo es un sueño hecho realidad. Porque aunque alguien como el gran Calderón de la Barca alguna vez dijera que 'los sueños, sueños son', a veces, se cumplen. Ojalá este se cumpla. Cada día con más fuerza.
Y es que hasta mi nombre, se lo debo al cine. Sí, por eso me llamo Indiana.