"¿Cuál es tu sueño?", es la premisa de un cómic que leía en éstos días. Los autores se lo preguntaban a los habitantes de Ciudad Juárez, cuando los feminicidios eran cosa de todos los días (por desgracia, parece que ha regresado). De pronto, pensé en qué respondería yo. Estuve en silencio por varios segundos. Me alarmé. No tenía ningún sueño. Pero poco después me tranquilicé, lo veía como algo lógico.
Sin duda quiero hacer lo que me gusta desde el periodismo, pero soy consciente de que no sólo por eso, lo concretaré. Interviene la suerte, mis habilidades para venderme o la simpatía que posea para caerle bien a los que mandan, junto a la imprescindible, tener contactos que me hagan ver como alguien importante, si no, soy un don nadie. Pero eso sí, no quería quedar mal con mi mente, así que me respondí "Escribir en/o editar revistas". Sí, no sonaba mal. Aunque cuánto egoísmo de mi parte. Me agradaba la idea, aunque no me convencía.
Por la noche, mientras caminaba de regreso a mi casa, llegó un rayo, en forma de frase estructurada. Que cualquier persona que esté sufriendo, por la razón que sea, deje de hacerlo. Me gustó cómo sonaba, aunque no estoy seguro si me llegó exactamente así, tal vez tenía más sentido. ¿Y por qué no reunir las dos cosas -pensé un día después-, lo que quiero para mí y lo que me gustaría para los demás? Si puedo hacerlo desde ahora, ya tengo un pie adelante.
En México, ya casi nadie lee revistas y cualquier cosa que hable de bienestar o superación personal, apesta. Algo raro, ya que la mayoría de las personas prefiere un contenido narrativo o ligero, en contra de las notas en verdad infumables de los periódicos. O bien, quien no marca ser feliz como su principal propósito, huye de lo que lo haga sentir mal e intenta remediarlo. Obvio la superación personal tiene fórmulas nefastas e irreales, pero su objetivo no está lejos de la sociedad. Las revistas, tampoco. En esta nueva etapa, a eso aspirará Oorales. A presentarte contenidos atractivos y hacer que te sientas bien y si no, a que aprecies ese momento. Todo a través del periodismo. Cómo dejar fuera la herramienta que, durante los últimos casi 4 años, me ha mostrado otra forma de ver la vida, más empática, más sincera.
Con investigación, contexto, argumentación y lo que siempre le falta al periodismo, humor, te explicaremos por qué un libro es importante y cómo te puede servir para tu vida diaria. Lo mismo puede ser una película, algo en la televisión, incluso un partido de futbol o cualquier cosa que impacte socialmente y tenga vida (como este texto que recuerda el inexplicable destino tras el terremoto del 19 de septiembre). Se sumarán ensayos, crónicas, entrevistas, videos, imágenes. Lo sé, las ideas siempre son maravillosas y la realidad, otra cosa. ¿Pero los intentos? ¿Quién habla de ellos? Como se lo escuché a Isabel Mancilla, fabricante de piñatas, quien dijo que pensar en grande no significa dejar el entusiasmo por si algo no se logra, sino "que te den más ganas para que eso se llegue a lograr". Sus piñatas ya recorren Estados Unidos y Europa.
POR MIGUEL JIMÉNEZ ÁLVAREZ
Editor General
Estudia Periodismo. Escribe para recordar que olvida. Fan de los relatos sorprendentes, las películas raras y la caja idiota que incluye futbol.