Pues sí, el 2013 fue el año de los veteranos en el metal, algunos que regresaron, otros que nunca se habían ido… pero todos ellos presentando discos a cual más rotundo; y el metal más clásico no fue una excepción a esa tónica gracias a nombres como Black Sabbath o las dos bandas que hoy nos ocupan: Satan y Darkthrone
Allá por la primera mitad de los años noventa se inició en Noruega lo que se llamó “The second wave of black metal”, en la que una serie de bandas del país nórdico reinventaron y redefinieron el género llevándolo al extremo en todos los ámbitos. De esas bandas, una de las más malignas, satánicas, sucias, extremas y underground (de acuerdo a las nuevas coordenadas) fueron sin duda Darkthrone, que se marcaron por esos años un par de discos (entre algunos más) que, además de tremendamente buenos, fueron cruciales en la evolución y redefinición del black metal. Pero resulta que a mediados de la pasada década Darkthrone abandonaron esa senda estilística para realizar desde entonces en sus sucesivos trabajos una particular revisión del heavy metal más clásico, aquel con el que sus componentes habían crecido y se habían formado como músicos, y que les ha llevado finalmente, con su disco de 2013 a figurar en casi todas las listas de lo mejor del año metálico. Y señores, no es para menos, porque “The Underground Resistance”, además de ser un cóctel de heavy, speed, trash, doom, o de remitirnos a la NWOBHM o al power metal de los ochenta, es ante todo un asombroso e inspirado ejercicio de pasión contagiosa por el heavy metal, en el que cada canción es un verdadero temazo y constituye toda una fiesta y un auténtico disfrute metalero. Sirva de muestra esta salvajada blasfema de trece minutos de duración con la que los noruegos se han dado el gusto de cerrar su disco. Pasión contagiosa, oiga… this is a true heavy metal record!… Gritemos juntos: Leave No Cross Unturned!!!
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Y si Darkthrone reinvindican los sonidos del metal clásico, los que ahora vienen son justamente parte de la parte contrat… perdón, reivindicada. Y es que hay regresos y Regresos, y el de Satan en 2013, con “Life Sentence”, ha sido sin duda un Regreso. Estos veteranos de la NWOBHM no publicaban un disco desde 1998, si bien entonces lo hicieron bajo el nombre de Pariah; para encontrar el último disco publicado como Satan hay que remontarse ni más ni menos que al año 1987, en que publicaron su segundo trabajo, por lo que este de 2013 constituiría el tercer disco de estudio de la banda, como tal, veintiséis años después. ¡Y vaya disco! Diez temazos llenos de fuerza, frenéticos y brillantes que no te dan respiro y que enganchan al instante desde el primer al último segundo. Un disco no flaquea por ninguno de sus costados ni baja el listón en ningún momento y en el que casi cada canción podría ser un himno del heavy metal por sí sola, y si no me crees escucha “Time To Die”, “Incantations”, “Tears Of Blood”, “Testimony” o “Life Sentence” y después me cuentas. Confieso que yo no había escuchado nada de ellos hasta que llegó este disco, pero dicen por ahí que en 2013 estos veteranos metaleros han firmado su mejor trabajo, y después de escucharlo yo no albergo la más mínima duda de que es cierto, no podía haber sido de otra manera. Tampoco me sorprende leer que Satan han firmado en 2013 una de las (sino la) obras cumbres de la NWOBHM. Manda huevos, pero así es. Y ahora, la canción, porque si Darkthrone cerraban su disco con su canción más completa, Satan hacen lo propio con esta maravilla titulada “Another Universe”, una canción que comienza lenta, casi jazzística, con una intro preciosa en que la voz de Brian Ross (espectacular durante todo el disco) me ha recordado al John Grant de “Queen Of Denmark”, para dar paso después a un estallido metálico en el que se combinan magistralmente el heavy metal con unos toques de stoner metal. Una sorpresa y una manera magistral de cerrar un discazo. Ahí va:
Canciones:
"Leave No Cross Unturned" - Darkthrone (The Underground Resistance, 2013)
"Another Universe" - Satan (Life Sentence, 2013)