Lo bueno es que simplemente poniendo la música oportuna las escenas de una película determinada pueden llegar a cambiar. Aquí podemos ver lo que pasaría si la película dirigida por John Millius, que lanzó a la fama al bueno de Arnold, se acercase al género musical. Lo mejor de todo es que hay muchos momentos en los cuales la cosa queda magnífica. En fin, simplemente hay que darle al botoncito de rigor y disfrutar de casi 3 minutos del Cimmerio musicalero.
Conan… el musical