El descubrimiento de tres moléculas que causan el 80% de casos abre la vía a mejorar el diagnóstico y el tratamiento
Científicos de Australia y el Reino Unido han identificado tres componentes del gluten responsables de cerca del 80% de los casos de enfermedad celíaca. La investigación, presentada ayer en la resvista Science Translational Medicine, abre la vía a mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la celiaquía.
La empresa de biotecnología australiana Nexpep, creada por los propios investigadores, ha iniciado ensayos clínicos de una terapia experimental contra la celiaquía en pacientes voluntarios con el objetivo de que puedan incorporar productos con gluten a su dieta. Aún no se han presentado resultados de los ensayos para saber si el tratamiento es eficaz.
La enfermedad celíaca se debe a que el sistema inmunitario, estimulado por alimentos comunes como el pan o la pasta, agrede por error el intestino delgado. Se estima que afecta a alrededor del 1% de la población, aunque la gran mayoría de los casos permanece sin diagnosticar.
“Desde que se descubrió que el gluten está en el origen de la celiaquía hace 60 años, el santo grial de la investigación de esta enfermedad ha sido identificar los componentes tóxicos del gluten que la causan”, ha declarado por correo electrónico Bob Anderson, investigador del Instituto Walter y Eliza Hall de Victoria (Australia) y director del trabajo.
El hecho de no conocer qué componentes del gluten desencadenan la enfermedad ha limitado hasta ahora el desarrollo de pruebas de diagnóstico sencillas y de tratamientos eficaces.
Para identificar a las moléculas responsables, el equipo de Anderson ha analizado células inmunitarias de 226 personas celíacas adultas. Los voluntarios que han participado en el estudio habían tenido una dieta totalmente libre de gluten durante los tres meses anteriores. Para estimular su sistema inmunitario contra el gluten y desenmascarar a las moléculas culpables, los pacientes accedieron a tomar unos 200 gramos diarios de alimentos con gluten durante tres días. Unos tomaron pan de trigo, otros madalenas de centeno y otros risotto de cebada. Seis días después de empezar a tomar gluten, cuando la reacción inmunitaria estaba en su apogeo, se extrajo sangre de los voluntarios para estudiar sus linfocitos T.
Los investigadores analizaron la reacción de estas células inmunitarias ante 2.700 componentes distintos del gluten. Los cientos de proteínas que forman el gluten y la escasez de células T que reaccionan contra algunas de ellas había limitado en el pasado este tipo de investigación. Pero nuevas técnicas de análisis y de computación permiten hoy día emprender estos estudios a gran escala.
Una vez analizados los datos, los investigadores han descubierto que hay tres péptidos en el gluten que son los responsables principales de la reacción inmunitaria que causa la celiaquía. Los péptidos son moléculas similares a proteínas pero más pequeñas. “Es un estudio de alta calidad técnica”, valoró ayer Vicente Varea, especialista en celiaquía del hospital Sant Joan de Déu. “Un excelente trabajo”. Queda la duda de si los resultados observados en adultos explican son extrapolables a los niños y si los tests de diagnóstico y los tratamientos que se deriven de esta investigación serán válidos también en la población pediátrica.
Un test de diagnóstico se basaría en el mismo principio en que se diagnostican hoy día las alergias, analizando si una persona tiene una reacción inmunitaria desproporcionada a uno de los tres péptidos del gluten identificados por los investigadores. “Lo importante es que la enfermedad celíaca se podría identificar por la respuesta inmunitaria y no por el daño en el intestino”, destaca Bob Anderson. Esto permitiría extender el test de diagnóstico a grupos más amplios de población y de reducir el número de personas que tienen celiaquía y no lo saben. La empresa Nexpep está evaluando la posibilidad de desarrollar un test de este tipo.
El tratamiento también se basaría en el mismo principio que el tratamiento de las alergias. “Esperamos poder inducir tolerancia al gluten con inyecciones repetidas de pequeñas dosis de los péptidos relevantes”, explica Anderson. “Hemos completado los primeros ensayos clínicos y estamos esperando los resultados”.
Fuente: dempeus