Revista Diario

Y van cinco...

Por Molinos @molinos1282

Y VAN CINCO...Lunes 28 de enero de 2008 - Lunes 28 de enero de 2013
Gracias a Cosas que (me) pasan he aprendido a escribir. Es algo que jamás me propuse en serio. Me senté y escribí una entrada y hasta hoy. No escribo igual que cuando empecé. Escribo mejor, mucho mejor. No es que lo haga perfecto ni mucho menos, pero ya no me da vergüenza, sé que cuando pienso que nunca más se me va a ocurrir algo es sólo un momento de pánico y cuando me releo sigo sorprendiéndome de mis propios escritos. Continuo siendo verborréica, impulsiva, poco cuidadosa con la puntuación, los espacios y las tildes e intento enmendarme, pero tengo trucos de escritora que jamás pensé que adquiriría. Empecé a escribir porque me aburría y con miedo. Ahora escribo porque no sé estar sin escribir y lo que me da miedo es no poder hacerlo.
Gracias a Cosas que (me) pasan, he aprendido a mirar el mundo. He desarrollado una mirada bloguera con la que examino todo lo que (me) pasa. No pretendo escribir sobre todo lo que me afecta, ni tengo ganas, ni capacidades ni necesidad, pero he aprendido a mirar el mundo de otra manera. Algunas de las cosas que me afectan las veo de una manera diferente al saber que podré escribir sobre ellas, y otras veces me encuentro escribiendo sobre cosas que jamás pensé que me interesaran pero que sin embargo al enfrentarme a ellas como “escritora” cobran una nueva visibilidad.
Gracias a Cosas que (me) pasan veo a mis hijas. No sólo las veo como mis hijas, las veo como ellas, M y C. Son dos personas diferentes entre ellas y diferentes de mi y yo las veo y creo que ese punto de vista hace mejor mi relación con ellas. Ya que soy una madre defectuosa en muchos campos (en casi todos) esa nueva forma de mirarlas, verlas y apreciarlas, enriquece mi relación con ellas y le da un valor distinto. Esto no puedo explicarlo mejor, es una sensación. Escribir sobre ellas es una expresión del amor infinito que siento por ellas y que como soy una raspa no sé expresarles. Sé que ahora no lo aprecian pero cuando me lean (si es que los hacen) lo verán reflejado aquí.
Gracias a Cosas que (me) pasan me he hecho visible. Visible para la gente que no me conoce de nada pero también para los que me conocen. Escribir me ha permitido expresar opiniones, recuerdos, sensaciones, ideas o completas memeces que por alguna que otra razón no había sabido expresar a mi mundo 1.0,a mis hermanos, Molimadre, mis amigos, mis compañeros de los libros de colores. Me leen y me ven y me conocen más. No quiero decir que no me conozcan, de hecho al leerme les encaja lo que leen y no les chirría pero me ven, me descubren.
Gracias a Cosas que (me) pasan he conseguido compartir mi mayor pasión en la vida, la lectura .He descubierto que soy capaz de transmitir el entusiasmo por leer, la emoción por los libros que me llegan y que soy una buena recomendadora de libros. Una de las mayores satisfacciones que me ha dado el blog es la alegría cuando algún descerebrado me deja un comentario diciendo que una de las lecturas que he recomendado le ha encantado. Siempre sonrío y digo ¡Bien!
Gracias a Cosas que (me) pasan he conocido un montón de gente, muchos de los cuales se han hecho amigos y que ahora forman parte de mi vida. Me he reído con ellos, he bebido, bailado, cantado, he ido a conciertos de Bruce, a comer, a cenar. He recibido mails de descerebrados maravillosos que un día deciden sentarse a escribirme para contarles que les gusta leerme y que después de empollarse todo el blog (además de maravillosos tienen mucho vicio) sienten la necesidad de decirme que están ahí y que me leen.
Gracias a Cosas que (me) pasan he descubierto algo en lo que soy buena, algo en lo que no me siento un fraude. No soy la mejor, ni la única y tampoco lo pretendo, pero el blog es lo mejor que he hecho en la vida y lo he hecho sola, con una constancia que ni sabía que tenía. No sólo es constancia, es interés, es voluntad y es ganas de hacerlo cada vez mejor. Cosas que (me) pasan no es sólo escribir y me siento orgullosa hasta el infinito y más allá, a veces tan absurdamente orgullosa que hasta me da vergüenza.
Gracias a Cosas que (me) pasan he podido comprarme mi primer ordenador, el Moliportatil, que estreno escribiendo esta entrada que jamás pensé que escribiría.
5 años. 1140 posts.
Ni un sólo día he pensado en dejarlo.

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