Una mamá @Usurpadoreando ponía en un tweet, que no se acostumbraba a que su bebé creciera tan rápido, y que echaba de menos tenerlo a su lado siempre.
Y eso es, justamente lo que sentimos la mayoría, en algún momento de nuestra maternidad.
En el momento que nos quedamos embarazadas y empezamos a hacernos conscientes realmente, de la vida que llevamos dentro.
"Se crea entre nosotros y nuestro bebé un vínculo bastante difícil de describir, ya que cada madre lo siente de una manera distinta, pero que en todas, durará para toda la vida.".
Cuando el bebé llega al mundo, al principio como ya comenté en el post Conoce a tu bebé y confía en tu instinto de madre te sientes perdida, no sabes cómo actuar, incluso aún sabiendo que es tu bebé, puedes llegar a sentirlo como un extraño, porque es algo tan nuevo, algo que sentimos tan complicado, cambia tanto nuestra vida, que no podemos evitar sentirlo así.
Vuelve después a surgir ese apego, ese vínculo que como dije antes, ya no desaparecerá en toda nuestra vida. Porque ese bebé es parte nuestra, depende de nosotros para ser persona.
Es entonces cuando comienza a pasar el tiempo, nos enamoramos de cada cosa nueva que hace, cada avance que tiene, su primera sonrisa, su primera palabra, su primer paso, tantas cosas.
Pero empieza a crecer y cada vez será algo más independiente, no estará tan cerca de nosotras. Y comenzaremos a echar de menos los momentos donde su dependencia era casi total.
A media que va creciendo vienen cosas nuevas, logros nuevos, alegrías distintas, y también nos enamoraremos de cada una de ellas.
Y aunque pensemos que no vamos a superar que nuestro pequeño ya no es tan pequeño, lo hacemos porque nos dedicamos a disfrutar de todo lo nuevo que viene con él.
Después llegan separaciones forzosas, y pensamos que nadie puede cuidar a nuestro niño como lo hacemos nosotras. Nos preguntaremos si estará bien, si nos echará de menos y eso nos creará una ansiedad, que también pasa.
Porque vemos que nuestro pequeño es feliz, y que si le seguimos dedicando tiempo de calidad, él se acostumbrará a las separaciones, e incluso le gustarán, porque significan otro paso mas en su crecimiento.
Siempre sentiremos pena al recordar nuestra relación anterior con nuestros hijos, pero se supera, sobre todo si te centras en disfrutar el "ahora" con él.
"Por supuesto, que nuestro apego no desaparecerá jamás, pero cambiará de forma, cambiará adaptándose a cada nueva etapa de la vida de nuestro hijo.".
Porque nuestros hijos nunca serán los mismos, por eso la manera de relacionarnos con ellos tampoco será la misma, pero siempre será enriquecedora para los dos.
Por eso no pienses que no superarás el paso del tiempo en la vida de tu hijo, porque lo que viene después es distinto pero igual de maravilloso.
"Porque cada día de la vida de tu hijo es un buen momento para volver a enamorarte de él"