En las comunidades de budismo de todo el mundo, durante 90 días del verano, se practica Ango. Ango significa “viviendo pacíficamente y soportando”. Es un retiro largo en el que hacemos intensa nuestra práctica para aprender más sobre budismo y apoyarnos entre todos para crecer espiritualmente.
La tradición nació con el Buda, quien pedía a sus monjes que se reunieran en un solo lugar para esperar a que la temporada de monzón terminara. Así estaban seguros y usaban ese tiempo para seguir su educación.
Pero ¿qué es Ango para el Soto Zen? Dogen Zenji dedicó un capítulo de Shobogenzo para explicar a sus alumnos la importancia de esta tradición. Aquí un extracto traducido y adaptado para poder entenderlo.
Mi difunto Maestro, Tendo Nyojo, el Buda eterno, dice en una enseñanza informal al inicio del retiro de verano:
Apilando nuestros huesos rectos en la tierra plana,
cada uno de nosotros cava una caverna el en espacio.
Directamente pasamos por la puerta del dualismo,
y agarramos la tina de laca negra.*
(*Metáfora para la realidad. Todo el poema significa “somos monjes que practican Zazen y viven la realidad, aquí y ahora”.)
Como las cosas son así, los que estamos aquí ya somos budistas. Así que no sigamos perdiendo tiempo y pongamos nuestras herramientas a trabajar. Una de estas herramientas es el retiro de verano. Es el cerebro y la esencia de los budas y patriarcas; y ellos lo han experimentado directamente en su piel, carne, huesos y médula. Recogemos los ojos y la mente de los Patriarcas para convertirlos en el retiro de noventa días. Es decir, el Ango es solo otro nombre para los Budas y patriarcas. El retiro de verano es, de principio a fin, los Budas y patriarcas mismos. Más allá de esto, no hay ni una pulgada adicional y nada más en la gran Tierra.
Un verdadero Ango no es nuevo ni viejo; está más allá de toda llegada y toda partida… No debemos escaparnos de este retiro, porque el retiro es el universo mismo también.
Dogen nos dice que el retiro de verano es una práctica perfecta. Ango es Buda. Si lo iniciamos, estamos iniciando el camino de los Budas y patriarcas del pasado. Ellos lo han hecho mil veces, ¿por qué nosotros no?
En Grupo Zen Ryokan practicamos Ango porque sabemos que en estos 3 meses es posible transformarnos. Sí, es un tiempo de dificultades porque hay que mezclar la práctica budista con el trabajo, la familia y las situaciones de nuestros respectivos países. Pero recordamos que la vida entera es nuestro templo. Todo lo que pasa en él, se acepta y es la materia prima para construir. Todo es Buda, todo es Zen.
Durante Ango meditamos más, leemos más y nos esforzamos en la práctica. No faltamos a las ceremonias y nuestro Zazen se vuelve prioridad. Al mismo tiempo, decidimos dejar apegos para observar cómo se comporta la mente y ver lo linda que se pone la vida cuando soltamos.
En unas semanas comenzaremos nuestra temporada de Ango. Será un evento abierto para todo el mundo y no hay que ser budista para participar. ¡Hay espacio para todos los seres vivos!
Pronto habrá más información. Quizá te interese ver la publicación del año pasado aquí.