Hoy Joaquín Torres, director de A-cero, recomienda Yad Vashem, el Museo Judío en memoria del Holocausto nazi ubicado en Jerusalén. Su nombre proviene de las palabras del profeta Isaías: 'Yo les daré lugar en Mi casa y dentro de Mis muros [...]. Les daré un nombre permanente (un 'yad vashem'), que nunca será olvidado (Isaías 56:5). El edificio es un prisma de cemento armado, obra del arquitecto judío y natural de Boston, Moshé Safdie. En su interior, un pasillo con forma triangular e iluminado por un corredor de luz cenital acoge al visitante, que debe atravesarlo en zig-zag para adentrarse en cada sala, donde se exponen distintos objetos, fotografías y todo tipo de dispositivos tecnológicos en los que se proyectan testimonios de las víctimas.
Entre las salas del nuevo museo se encuentra la recreación de la calle principal del gueto de Varsovia con objetos traídos pieza por pieza. En la sala dedicada a la 'Industria de la Muerte', esto es, a los campos de exterminio, los restos de un oxidado vagón de tren constituyen el fiel testigo de las deportaciones de miles de judíos a sus crueles destinos. La Sala de los Nombres, que culmina el recorrido por el museo, está formada por una bóveda de forma cónica decorada con fotografías y testimonios escritos de 600 víctimas.
La sala, de forma circular, está a su vez rodeada por los archivos que recogen tres millones de testimonios, y rematada por un foso en el centro que simboliza aquellos nombres de víctimas que nunca se conocerán. La idea de crear Yad Vashem fue de Mordejai Shenhavi, quien sería el primer director de la institución. Su actual director es Yossef Lapid, ex parlamentario de la Knéset (Parlamento de Israel). La institución fue fundada en 1953 por decreto de la Knéset, con la llamada Ley de la Memoria, siendo el autor de esta Dinor Ben Tzion. Yad Vashem tiene su sede en el sudoeste de Jerusalén, concretamente en el Har HaZicaron.
En palabras de Joaquín Torres: 'Potente volumetría, superando el contenido al continente'