Aunque hace tiempo hablamos sobre los grandes beneficios del huevo, os dejo aquí el enlace hacia el mismo, en esta ocasión vengo a aportar datos importantes sobre las ventajas de consumir yema de huevo y de esta manera golpear duro a los que están en contra de ella.
Nunca me cansaré de repetir que para aprovechar el máximo potencial del huevo, es necesariamente imprescindible comerlo con la yema. Muchos la descartan por su contenido en colesterol y por las habladurías de algunas personas malamente informadas que consideran la yema de huevo perjudicial si la tomamos en exceso (pero como cualquier cosa evidentemente). No hace falta indagar mucho para descubrir que el verdadero valor nutritivo del huevo reside en su yema. Es cierto que la clara tiene la proteína que tanto admiran los deportistas, pero creedme que la proteina de la clara pierde valor biológico si la despojamos de su prima yema. Por no decir que el consumo habitual de claras de huevo puede ocasionar una deficiencia de biotina (pseudovitamina del grupo B llamada también vitamina H o B7).
Desnudando la yema
En la yema del huevo encontramos colesterol, vitaminas A, D y E, fosfolípidos, hierro, sodio, calcio, magnesio, fósforo y ácidos Omega 3 y 6 principalmente. ¿Por qué suprimirla entonces?
Esencialmente por su contenido en colesterol que es importante, junto con los sesos de animal, es uno de los alimentos más ricos en colesterol, pero puede verse como una ventaja. Estudios han demostrado que consumir huevos de origen ecológico (IMPORTANTE ESTO) no altera prácticamente nada los niveles de colesterol, cosa distinta en los huevos procedentes de gallinas enjauladas. Y además para corroborar el poder del huevo, el pasado mes de Enero se publicó un estudio, donde se demuestra que el consumo de yema de huevo reporta efectos positivos en personas con síndrome metabólico.
El contenido en fosfolípidos de la yema, sobre todo lecitina y fosfatidilcolina, mejora la vascularización arterial, reduce los niveles de ciertas transaminasas como la GGTP y previene la trombosis en personas con síndrome metabólico, me refiero a personas que pueden presentar diabetes, triglicéridos altos, bajos niveles de colesterol HDL o hipertensión, eso sí, no necesariamente con este problema. Cuando se diagnostica síndrome metabólico normalmente la persona no sufre ninguna de las patologías de arriba, pero si que tiene dentro de su organismo todo casi preparado para que suceda, de aqui la necesidad de invertir en materia de prevención.
Los fosfolípidos forman parte de la bicapa lipídica de las células, actúan captando moléculas del medio extracelular y son muy importantes para un correcto desarrollo cerebral. Sin olvidar que ayudan a metabolizar el colesterol y digerir correctamente los lípidos provenientes de la dieta.
Conclusión
Mientras sean de carácter ecológico, creo que se hace muy recomendable incluir yemas de huevos de calidad en nuestra dieta, no sólo por sus beneficios a nivel cardiovascular sino por su contenido en nutrientes. Soy partidario del huevo y lo seré hasta que se demuestre lo contrario, pero eso sí, apostad por los ecológicos.
Como seguro que alguien puede poner en los comentarios que cuantos huevos se pueden comer, mientras vuestro médico no os diga lo contrario (siempre hay que hacer caso al médico) podéis incluir uno o dos al día, si son ecológicos.
Espero que os sirva de ayuda y empecéis a comeros a partir de ahora la yema del huevo. ¡A seguid san@s no lo olvidéis!