¡Saludos, Calderer@s!
Os traigo hoy la receta de este plato típico de la cocina griega tradicional, el yemistá o gemistá (γεμιστά en griego). Si recordáis, fue uno de los platos favoritos que probamos en nuestra aventura por tierras helénicas.
El yemistá se prepara rellenando con arroz tomates, pimientos, calabacines o berenjenas. Nosotros sólo hemos probado los de tomate y pimiento, pero me imagino que todas las versiones están deliciosas.
La encargada del hostel donde nos alojamos en Atenas, nos contó que es una comida que tradicionalmente se prepara en el fin de semana, pues lleva tiempo de preparar, y que originalmente era una receta vegetariana, pero que en la actualidad, con más frecuencia se encuentran versiones que añaden carne a la preparación del arroz. Nosotros hemos decidido elaborarla sin carne, que es como la probamos en Grecia en todos los sitios donde la probamos y nos parece ya de por sí una receta sabrosísima y que sacia bastante así que no se echa en falta la carne para nada.
Tenía muchas ganas de prepararla en casa y he quedado muy contenta con el resultado. ¡Ha salido deliciosa! Y totalmente fiel al sabor que recordaba. :D
¡Vamos a la cocina!
Ingredientes: (2 personas)
- 2 tomates grandes maduros
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla mediana
- 1/2 calabacín
- 1 berenjena pequeña
- 1/2 vaso de arroz
- 1/2 limón
- 1 patata
- sal y pimienta
- aceite de oliva
- perejil y hierbabuena
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita colmada de azúcar
- 1 vaso de agua
En primer lugar, picamos la cebolla en brunoise y hacemos lo propio con el calabacín y la berenjena (a la que previamente habremos quitado la piel).
En una sartén amplia ponemos 4 o 5 cucharadas de aceite de oliva y pochamos las verduras salándolas ligeramente a fuego lento.
Mientras que se cocinan las verduras quitamos las tapas de los tomates y los vaciamos con una cuchara, con cuidado de no perforar el tomate. Reservamos las tapas y la pulpa del tomate.Cuando las verduras estén tiernas añadimos el arroz a la sartén y dejamos cocinar hasta que el arroz cambie a color perla.
En la batidora, ponemos el diente de ajo y la pulpa del tomate con todo el líquido que haya soltado, las hojas de perejil y hierbabuena, un poco de sal y pimienta negra al gusto. Trituramos unos minutos hasta que quede todo bien mezclado y lo incorporamos a la sarten. Dejamos cocinar a fuego lento, removiendo de vez en cuando para que no se pegue, y cuando todo el líquido del tomate se haya absorbido, añadimos el zumo del medio limón, medio vaso de agua, y media cucharadita de pimentón y la cucharadita colmada de azúcar. Mezclamos bien, subimos un poquito el fuego y dejamos que el arroz absorba el líquido hasta que empiece a recordar al aspecto del risotto. Sin embargo, no seguiremos añadiendo líquido, ya que terminará de hacerse en el horno. Cuando el arroz adquiera esta textura, es el momento de rellenar los tomates. Si nos sobra arroz, podemos ponerlo en un cuenco apto para el horno y hornearlo también, añadiendo un chorrito de agua, por si algún comensal quiere un poquito extra.Rellenamos los tomates con la mezcla, apretando bien con una cuchara para que quepa mejor el guiso. Tapamos los tomates con las tapas que teníamos reservadas.
Pelamos también ahora la patata y la cortamos en cubos. Repartimos los cubos entre los tomates. Opcionalmente, podemos aderezarlos con un poco de sal, romero y aceite de oliva. O simplemente con un poco de sal.
Finalmente, vertemos el otro medio vaso de agua al rededor de las patatas e introducimos en el horno a 210ºC durante 45 minutos. (¡He avisado de que llevaba su tiempo!).Una vez pasado este tiempo ya solo queda sacarlo del horno y disfrutar de esta maravillosa receta griega. Mientras que esperamos a que el horno termine, podemos aprovechar para preparar un tzatziki de pepino con el que acompañar las patatas. ¡Os aseguro que la combinación de las dos recetas es deliciosa!
¡Que aproveche, Calderer@s!