Peñalbilla, en Puebla de Valles, es conocido como el cerro del yeso. Ya hemos hablado de él y del color blanquecino que le caracteriza. Pero no lo hemos hecho del yeso, de su proceso de formación y de su presencia en la Sierra Norte de Guadalajara. Y va siendo hora de hacerlo.
El yeso es sulfato de calcio hidratado y su origen es sedimentario, entre rocas calcareas y arcillas. Los depósitos de yeso se originaron como consecuencia de la evaporación de aguas salinas sobresaturadas en lagos o mares de poca profundidad. En España, este fenómeno tuvo lugar principalmente durante el periodo Triásico (hace 208 millones de años) y el Cenozoico (66 M. años).
En Peñalbilla y alrededores aparece en finas capas (2-5 cms de grosor) entre la arcilla. En Jadraque abunda el yeso fibroso y el alabastro de Cogolludo (yeso granulado que permite ser esculpido) gozaba de justa fama. Cuando el yeso recristaliza en grietas y huecos de la misma roca de yeso (originado por la disolución de sales) genera bellas geodas, como las de Pálmaces de Jadraque.
El yeso se usaba tradicionalmente para enlucir paredes, molduras y vaciados; mezclado con la arcilla se utilizaba como retardador del cemento para fraguar el hormigón. Hoy su principal uso es la obtencion de escayolas que adornan los interiores (de estuco, escayola policromada, quedan maravillosas obras de arte en iglesias y palacios barrocos y renacentistas).
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.