Por Gisela Volá
Lo personal y lo político, el cuerpo y la casa, son los ejes fuertes que atraviesan el cuerpo de obra de la foógrafa Ana Casas Broda (Granada, 1965)..
Las fotos que elijo son tres y forman parte de Kinderwunsch su último ensayo producido a lo largo de siete años junto a sus dos hijos. Su casa fue el escenario de juegos a modo de escenas que en muchos casos eran fantasías de la artista y en otros ideas de sus propios hijos.
La fotografía fue entonces una herramienta de búsqueda y exploración del cuerpo y del propio vínculo familiar. Las imágenes de unos pechos aún con leche o de un vientre fuera de los cánones de belleza que cosifican a la mujer luego de dar a luz se convierten en obras poderosas que operan en dos sentidos: generan al mismo tiempo identificación y rechazo.
En sus fotografías se observan experiencias universales que no están dadas por sentado. El lenguaje lúdico y autorreferencial que emplea para contar estos universos constituyen lo que me atrae profundamente de su trabajo. En ese cruce cuestiona, entre otras cosas, lo que se considera naturalmente violento.
Su obra podrá verse en la muestra colectiva “Familia – Modelo para desarmar” en artexArte a partir del 19 de marzo hasta el 19 de junio. Con curaduría de Sub, Cooperativa de fotógrafos.
Gisela Volá es fotógrafa, docente y miembro de sub, Cooperativa de fotógrafos.
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