Yo elijo x Marcelo Bosco

Por Marcelo Bosco*

Fallecido en junio del año pasado, este extraordinario artista conceptual japonés, On Kawara, captó mi atención en una visita al MoMA en 2011.

Tengo que admitir que  entonces desconocía su obra pero quedé fascinado al descubrir la fecha de mi nacimiento ante una obra u entre las largas colas para sentarse frente a frente a Marina Abramovich. Hablo de la obra Hoy Series (1966 – 2014).

 En la serie Hoy en día, la fecha en que se hace la pintura – siempre completado en el día que se inicia – se inscribe en el centro de cada lienzo, y es el único tema de la obra. Este es un trabajo clasificado solamente por una serie de números, diferenciados simplemente a través de formato y color, la fecha, y el idioma del país en que se hizo. La originalidad de cada obra, su pequeña diferencia de los demás, se convierte en una posibilidad de una confrontación con los hechos cotidianos del mundo. Desde su significado no está predeterminado, el trabajo real de la pieza que está por venir, en el encuentro con el espectador, cuando se expone al mundo. La visión que nos ofrece es un momento en la historia del mundo, sin embargo, es un momento sin nombre. Es decir, aún está por verse queda por hablar. Queda por habitada. Se convierte en una señal, y su presencia enigmática ofrece un horizonte de la conciencia para ser ocupado e interpretado por el espectador. El 13 Street Studio de Kawara, Nueva York (1966)

Dijo el artista sobre esta propuesta: “La conciencia es, en efecto, el verdadero caso de exposición. Exposiciones aventuran en el umbral entre la aparición y desaparición. Cada obra se coloca en una caja, dispuesto dentro de la cronología de los hechos, encerrado en la historia del arte.La evidencia de que esta es una obra de arte a menudo se ofrece sólo en el artificio de la muerte inventado: museumifaction / momificación. Pero la evidencia real de una obra de arte es que es un signo de vida. El trabajo es de valor sólo si se expone, más allá de la fecha y la hora, una ruptura en el presente: la fuerza de la conciencia se produce precisamente en este momento de encuentro. Cada pieza es un producto terminado, un punto en un calendario. Pero en la contemplación de la serie de días dedicados a la tarea de hacer estas pinturas, vislumbramos un signo de vida más allá de la anticuada obras mismas, en el horizonte de un tiempo ilimitado: un acto de ruptura dentro de la continuidad del tiempo “.

*Es director de cine y galerista, dueño del espacio de arte Popa.