Yo, militante del PSOE, no pido perdón

Hoy ha salido a la luz el famoso vídeo de algunos militantes del PSOE, mi partido, en el que se pide explicitamente perdón por todos los errores cometidos. De pronto una tropa de compañeros y compañeras han salido a la red, twitter, facebook, a pegarse latigazos: yo también,... es verdad ¡qué mal...! En un principio me pareció interesante la autocrítica, viniendo de las bases y dando por sentado (cosa cuestionable) que detrás del vídeo pueda haber intereses de grupos o familias que ahora no controlan el partido en sus diferentes estadios y territorios. Pero a pesar de todo me solidaricé con esa postura, pero a medida que han pasado los minutos, las horas, ha caído el sol, ya no me parece tan correcto el mensaje. Los militantes que hemos repetido hasta la saciedad, este blog lo demuestra a lo largo de años, una postura crítica con la línea socio-liberal del partido, una postura crítica con la línea de seguimiento de los dictámenes de los bancos y de los grandes poderes oligárquicos europeos, nosotros, no creo que tengamos que pedir perdón, ni mucho menos. Los militantes que nunca hemos podido participar de las decisiones "de los de siempre", cómo vamos a pedir perdón. Algunos de estos militantes incluso hemos optado en las asambleas a presentar candidaturas alternativas y en mi caso por dos veces a la Secretaría General local. Por eso cómo vamos a pedir perdón cuando incluso en prensa dijimos cosas como esta:

Desde hace tiempo nuestra organización desarrolla su trabajo político sin conectar con la ciudadanía, que han pasado de la falta de confianza a no escucharnos, a darnos la espalda. (...) Consideramos que la imagen del partido es negativa, que determinados comportamientos y actitudes producen rechazo. De representar las aspiraciones de igualdad, así como el compromiso con las personas más desfavorecidas y prácticas solidarias hemos pasado a ser visualizados como gente que utilizan la política en beneficio propio, siendo el partido un medio para "buscarse la vida", como una burda agencia de colocación permanente, con la compra de voluntades como moneda de cambio.

Que pidan perdón los que han cambiado en dos días la Constitución al antojo de los capitalistas y usureros europeos, los que se cargaron el pensamiento marxista en el Partido Socialista, los que provocaron una huelga general a nuestros "hermanos" los sindicatos, los que permitieron el terrorismo de Estado cuando el guión lo exigía, los que nos hicieron ver como "PP, PSOE, la misma mierda es", que tanto nos duele a los militantes que nada tenemos que ver con eso. Esos compañeros y compañeras son los que tienen que pedir perdón. La pena es que, después de muchos años de militancia, la ingenuidad uno la pierde e incluso la ilusión porque esto pueda cambiar. Se vuelve uno pesimista pero nunca compasivo. Así que con todo el respeto a esos compañeros y compañeras, yo, Paco Piniella, no pido perdón.