Por: Verónica Ramírez Q
Fotografía por: Eduardo Lora Cueto
Me enorgullece que en la vida, nada se le haya puesto fácil al género femenino, pues de esta manera nos hacemos más fuertes y estamos más preparadas frente a los retos.
Me enorgullece decirle a un hombre lo cobarde que es cuando violenta a su pareja, cuando por la calle pretende conquistar a una mujer con frases obscenas, porque cree que llegaremos a caer rendida ante sus pies.
Me enorgullece poder defender a mi género, con una lucha constante en la que un día el mundo llegará a comprender, que las féminas también tenemos los mismos derechos en todos los aspectos.
Me enorgullece haber tenido acceso a la educación, y de esta manera poder aprender, desaprender, y brindar mi conocimiento sobre esta equidad de género que tanto anhelamos.
Me enorgullece poder comprender que un color no determina qué tan hombres o mujeres somos, que la fuerza no es característica única masculina, y que la delicadeza y ternura no viene prefabricada para las mujeres.
Me enorgullece poder tomar la iniciativa frente a mi pareja, frente a un grupo de hombres, sin necesidad de perder mi dignidad o reconociéndome como “poca mujer”.
Me enorgullece poder decirle a los medios de comunicación, que NO somos objetos ni imágenes de productos de aseo, de música reguetón o de marcas de perfumes.
Me enorgullece poder vestirme como mejor me parezca, aunque en la calle traten de atemorizarme con palabras sucias.Me enorgullece poder plantear mis opiniones, sin importar si alguien me escucha, si alguien me lee, pues el solo hecho de expresarlas me hace sentir libre.Me enorgullece poder ver a un grupo de mujeres que juntas caminan y expresan cánticos exigiendo nuestros derechos. Me enorgullece ver mujeres independientes y trabajadoras, sacando de ellas su mejor versión.
Me enorgullece poder satisfacer mis necesidades sexuales, aunque muchos me llamen “puta” o traten de convencerme que esas cosas no están dentro de lo “correcto”, pero ¿qué es realmente lo correcto o incorrecto?Me enorgullece poder decirle a un hombre que colaborar con las actividades del hogar no es un favor, es una obligación. Y que la crianza de un hijo(a) también es asunto de ellos.
Me enorgullece poder decidir sobre la maternidad y estipular el momento en que deseo convertirme en madre, sin aceptar presiones de la sociedad.
Me enorgullece poder seguir alzando mi voz con todas aquellas que también lo hacen y por quienes han silenciado. Seguiré viviendo y aprendiendo sobre esta experiencia, porque sí estoy segura de que existen mil opciones de lucha hasta morir.
Pese a que por momentos sintamos a este género como el menos favorecido, debemos convencernos que NO es así. Todo lo que queramos hacer, lo podemos lograr, solo se tratará de ser mujeres de firmes convicciones y pensamientos, de NO dejarnos amedrantar por el mundo, denunciar y seguir juntas en esta pugna de buenos argumentos.
Fotografía por: Eduardo Lora Cueto
Fotografía por: Eduardo Lora Cueto
Performance: InMemoriam en alianza con CEDESOCIAL