Parafraseando a Paula, una de las chicas del programa Gran Hermano 15, que muere de amor por todo, yo también lo hago por esta empresa, que a pesar de la desgracia sufrida, con ese incendio que arrasó su planta de Burgos y al escuchar a sus trabajadores explicarnos como su dirección, no solo no les ha dejado de la mano de Dios sino que o bien los ha reubicado en otras, o están temporalmente cobrando el paro, mientras reconstruyen la "suya", confirmando por escrito, su recolocación y todo lo prometido. Esta empresa que en los últimos años, por Navidad, con sus spots televisivos, está conviertiéndose en un clásico, al que esperamos con expectación e impaciencia y con el que nos han sacado, y lo seguirán haciendo, alguna que otra lagrimilla de emoción. Esta empresa está demostrando día a día como se pueden hacer bien las cosas. En estos tiempos donde, al parecer todo vale, vemos con satisfacción y orgullo, que todavía hay empresas españolas como CAMPOFRIO, que saben como cuidar de sus empleados y lo importantes que son, donde cada uno en su puesto, reman en la misma dirección, y tienen claro sus objetivos.
Gracias CAMPOFRIO, por vuestra seriedad, por vuestra profesionalidad, por esa inyección de moral y esta grandísima lección que nos hace pensar que merece la pena ser, vivir y trabajar en España. Y como diría Paula, muero de amor por CAMPOFRIO y todos sus productos.
Espero que cunda el ejemplo, gracias por seguir ahí, mucha salud y mucha suerte.