¡Yo también quiero ser una AMAZONA!

Tengo el corazón en un puño desde que, hace unos meses, leí que el bolso Amazona ha celebrado su 35 aniversario. Este emblemático complemento de la firma de lujo Loewe ya tiene 35 años y yo, a mis 34, todavía no he tenido la oportunidad de lucir uno… ¡Qué congoja! Con lo que me gustan…
El icono de Loewe es un todoterreno; es el bolso de entre los bolsos… Se trata de un bolso sobrio, sencillo y elegante que nunca pasa de moda; es atemporal, una pieza para toda la vida.
Darío Rossi fue quien lo diseñó en el año 1975 con la idea de conseguir un bolso elegante, práctico y con gran capacidad, de tal manera que las mujeres más sofisticadas pudieran colgárselo del brazo a diario. ¡Y vaya si lo consiguió! Después de 35 años este accesorio sigue estando de rabiosa actualidad. No hay celebrity que se precie que no lo posea.
Yo mataría por tener uno. Esa es la verdad. Pero como una gran mayoría, no puedo pagar los 700 euros a los que ascienden los modelos más pequeños y sencillos. Eso sí, tengo que conseguir uno me cueste lo que me cueste…
Ya que estamos, aprovecharé estas líneas para recordarles a mi churri y a mis más íntimos que yo también estoy a punto de cumplir 35. Apenas me quedan diez meses de nada para soplar las velas otra vez (jejejeje) y, dada la coincidencia numérica, no estaría nada mal que se plantearan regalármelo. Sería un detallazo…
Estaréis tod@s de acuerdo conmigo en que me merezco pertenecer al club de las “Amazonas” tanto o más que Jennifer Lopez, Sienna Miller o la mismísima Letizia Ortiz. ¿Os imagináis lo bien que vais a quedar todos cuando me llevéis a vuestro lado y la gente os vea conmigo y mi “Amazonas” colgado del brazo? ¡Qué glamour, por favor!!!! Si hasta puede que os confundan con alguna celebrity…
Venga, hombre… Si en el fondo os hago un favor… Que luego nunca sabéis qué regalarme y os pasáis días y días recorriendo tiendas y más tiendas para terminar comprándome el bolso de mercadillo, la blusita o el perfume de siempre. Que también me hace mucha ilusión, ¡os lo juro! Si yo os lo digo más que nada para que no tengáis que complicaros demasiado la vida, de verdad… Bueno, aquí lo dejo caer por si acaso. ¿Hay por ahí alguna afortunada que posea uno? Si es así que nos cuente su experiencia. Prometemos no comérnosla.