Recuerdo cuando era una púber y una adolescente. Me encerraba en mi pieza a escuchar los cassettes que amaba, ponía el de las Spice Girls y me creía una chica Spice cantando y bailando sola. Hacía lo mismo todos los días y no me aburría para nada. Luego comencé a grabar todas las canciones que me gustaban, no me podían faltar cassettes vírgenes para grabar todo lo que quería y después escucharlo en cualquier momento.
Hoy los tiempos han cambiado, si quiero escuchar una canción que me gusta sólo basta con buscar la canción en Internet y reproducirla, si quiero saber cómo se llama la canción que toda la vida he amado y que nunca he podido saber quién la toca solamente debo activar Shazam en mi celular y acercarlo al parlante. Si quiero escuchar un programa de radio el computador también puedo sintonizar una emisora y hasta guardar en formato podcast para no perderme nada.