Bueno, parece que ya no hay nada más que decir. Después de las últimas entradas en este blog, queda clara mi postura personal, aunque ello no quiera decir que es un momento amargo el que un militante del Partido Socialista Obrero Español, que ha ocupado un cargo político como Concejal en su ciudad durante cuatro años, ahora hago el mayor gesto de fuerza que se puede hacer, una Huelga General, contra el Gobierno que preside el Secretario General de ese partido. No quiero escapar, hoy día de la Huelga, a afrontar esa contradicción. Por eso debo una explicación especial. Creo, en primer lugar que los gobiernos no son socialistas por sus siglas sino por sus políticas, y huelga decir, empleando la palabra en otro sentido semántico, que las políticas del Gobierno en torno a la reforma laboral van en contra de los intereses de los trabajadores. Yo, que en esto de auditar políticas económicas puedo ser corto, veo claro el tema tal como lo plantea, por ejemplo mi compañero de ATTAC Juan Torres o bien Carlos Martínez. Además, lo peor de todo es que han enfrentado a la clase trabajadora, han creado una especie de bulo de que la reforma laboral acabará con el paro aunque se recorten los ingresos de los que tenemos trabajo: enfrentan a trabajadores sin ocupación laboral con los que tienen la suerte de tener trabajo, toda una estrategia planeada de antemano, con el discurso fácil de los liberados de los sindicatos, de "los zánganos" que son nuestros representantes, etc. Todo es mentira, "la creación de empleo depende de que haya demanda y de que las pequeñas y medianas empresas dispongan de financiación para producir y de que luego vendan lo que producen". Las reformas laborales no crean empleo, pero sí que lesionan y limitan los derechos laborales, reducen los salarios, aumentan el empleo parcial no deseado y que los grandes empresarios puedan negociar más fácilmente las condiciones de trabajo. Esto es la realidad, era difícil enfrentarse al capitalismo y al Fondo Monetario Internacional, es verdad, era difícil, pero de eso se trata, de cambiar el Mundo, no de administrar las sobras. Porque la peor lucha es la que no se dá y nuestro Presidente no ha dado esa lucha. Tampoco los que apoyamos la Huelga podemos coaccionar nuestros intereses por el miedo a que favorecemos a la Derecha, porque lo que queremos es que se cambie esta política y que se haga cuanto antes. Rectificar es el objetivo: de política o ...de políticos.
p.d. Siento que cosas que he dicho aquí, incluída mi decisión de apoyar la Huelga, pueda sentar mal a algunos de mis compañer@s. Pero como dice la frase de Orwell que corona este blog: "En épocas de mentiras, contar la verdad es un acto revolucionario."