Revista Recetas
Tengo que decir por adelantado que a mí esto me encanta hacerlo y me sirve un montón para depurarme, es decir, perder líquidos y mejorar las funciones intestinales. Por sí sólo no sirve para adelgazar si no dejas de picotear, tomar helados, beber cerveza como un alemán (¡ les ganamos! aunque son unos caballeros, con excelente buen perder, bien por ellos¡¡¡). Pero si hago una dieta medio normal cada día, es decir, sin sacrificios grandes, y por la noche ceno esto, como única cena, pierdo peso...y bastante, dicho sea de paso.
También es verdad que un poco de ejercicio físico es excelente para ayudar.
Pero esta receta de yogur casero, de leche buena y natural, aunque no cruda, que es como a mí me gustaría, es muy fácil. Y el yogur sabe como no saben los yogures de los supermercados. Hay algo especial en comer lo que hemos hecho en casa, sabe mejor, sabe a tradicional, artesano, contiene esos sabores antiguos por los que yo soy capaz de recorrer kilómetros. Una vez, aunque sea una vez debéis probarlo y ya me contáreis.
En España todavía hay lugares con unas excelentes leches de vaca del día, de esas que me levantan ampollas en el alma de envidia pura, con las que estos yogures deben ser la mitad del cielo. Por favor hacedlo por mí, probad con esas magníficas leches frescas de los pastos asturianos, cántabros, gallegos, vascos, aragoneses, navarros, catalanes, sorianos...creo que no puedo nombrarlos todos pero cada cual sabe dónde están esas mejores leches del lugar.
Quizá entre todos podamos volver a tomar un producto fresco y como mandan los cánones de una buena alimentación.
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