En esta entrada de opinión, vamos a hablar de dos
géneros literarios. ¿Que por qué la cursiva? Porque es precisamente la existencia de los mismos la que vamos a comentar. Veamos.
Young Adult (YA para abreviar) y New Adult (NA) son estos de los que hablaremos -escribiremos-. Realmente cada uno de ellos está orientado a un público quizás ligeramente distinto,
un abanico entre los 13 y los 20 años, por situarlo ahí -aunque ya sabemos que no pasa nada por ser más mayor y leer literatura juvenil-. Vamos a precisar un poco los términos, más o menos.
- La literatura YA sería aquella que en español se considera como juvenil al uso. Desde Crepúsculo hasta las distopías, pasando por la más realista como podría ser Bajo la misma estrella. Son novelas orientadas a un público joven (todo depende de la madurez del lector, pero generalmente a partir de los 13 años pueden comenzar a leerse algunas de estas obras; el abanico termina donde sea, pero en teoría en los 16/17 años) por sus temas, sus personajes y sus historias. Hasta el año pasado, casi toda la literatura juvenil podría ser incluida dentro de este término, al que no considero un género como tal.
- La literatura NA es casi, casi lo mismo. Son historias realistas -al menos yo solo he leído novelas realistas, a lo mejor también existen paranormales, si sabéis informadme- destinadas a un marco de edad un poco mayor, entre los 18 (yo ya he leído alguno) y… voy a dejarlo en los veintipico/30, pero sería hasta que uno se canse. ¿Y por qué están destinadas a un público mayor? Por dos razones. Una, tienen escenas de sexo y los personajes se comportan como gente de su edad. Es decir, que pueden beber (o no), fumar (o no), tener novio y hacer lo que quieran con él (o no)… lo que hace que a una chica de 14 años, por ejemplo, pueda no gustarle. Son historias de amor sin más, no tienen demasiada complicación. Y dos, tienen mucho drama. En ocasiones, el drama por el drama. Drama fuerte, drama bastante durillo incluso. Familias desesctruradas, enfermedades fuertes, ex Marines sin partes del cuerpo, y la lista sigue y sigue.
Tal y como lo veo yo,
la etiqueta “literatura juvenil” no debería considerarse como un género sino como una manera de definir el público del libro. Una novela juvenil puede ser realista, fantástica, de ciencia ficción, algo que también va a pasar con estas nuevas novelas medio juveniles que son las NA. Hasta ahí bien, ¿no? El problema de este tipo de obras es que dependiendo de la editorial y de las ganas que tengan de vender lo ponen
o en Adulta o en Juvenil. Así, al lado de los libros de Ruescas. Sin más. Ponen un libro que no es que sea el colmo de la dureza, pero que realmente no ha sido escrito para gente de 13 años. Y si bien cuando colocan
El libro de Jade en juvenil (…) puede haber alguien majo (
YO) para decir que ahí no, señores, o que
Canciones para Paula en 9-12 años tampoco, señores… es difícil andar detrás de todos los libros. Sobre todo porque si verdaderamente se trata de una nueva moda la cantidad de novelas que salgan va a ser abrumadora.
Química perfecta, de Simone Elkeless
(en España con Versátil)
Dicho esto… ¿qué me parece a mí el NA? En primer lugar, tengo claro que es un término absolutamente innecesario.
He leído novelas YA que tenían un componente sexual bien narrado y cuyos personajes tenían dramas en su vida (un ejemplo que tiene por norma general malas críticas aunque a mí me gustó mucho es
El corazón de Hannah). No veo la razón por la cual un autor debe encuadrar su novela en YA o NA, habiendo la literatura juvenil en el amplio sentido de la palabra (
que se puede leer hasta más de la edad que pone en las librerías, hacedme caso). Pero dejando esto aparte… debo decir que
este tipo de novelas me gustan más de lo esperado. Ya sabéis que últimamente estoy leyendo muchos libros digamos distintos a lo que leía antes, menos literatura juvenil y más adulta. La razón es simple: las historias inocentes de
boy meets girl me aburren. Me he cansado de la típica protagonista casta y pura que conoce al hombre de su vida, sea este un ser paranormal o no y se enamoran en un santiamén,
derivando esto en una trama más o menos interesante. Y cuando ya creí que para leer algo para desconectar tendría que pasarme a algún género de adultos (estaba pensando en la RA) encontré
The summer I found you (click). Ese libro me resultó sumamente entretenido, la historia me enganchó, los personajes me gustaron… y luego vi que estaba encasillado en el NA. Milagro pues. Y yo que había leído cosas terribles hacia dicho género (propiciadas por la lectura de
Maravilloso desastre, lo cual es comprensible, ¿no?) Estaba leyendo una novela que ciertamente era juvenil (y quien diga lo contrario miente) pero que era
distinta a esas inocentes (y repelentes) historias de amor de las que estaba harta. Si recordáis la reseña, sabréis que le puse un 3’5. La novela puede no merecerse más que esa nota, pero la verdad es que
entretienen de lo lindo. Así que al poco tiempo elegí otra lectura de ese mismo “género”,
Stir me up. Casualidades de la vida, en esta también había un marine que salió de la guerra en Afganistán escaldado, pero parecidos razonables aparte lo cierto es que me entretuvo y
me dio las dosis necesarias de drama y de emoción. Incluso más, de hecho.
Lo que quiero decir con esto es que si bien
me parece una categoría innecesaria, libros como estos, que Elkeless trajo en su
Química perfecta y que ahora comienzan a estar de moda, suponen una ampliación de la literatura juvenil más realista y entretenida. En lo personal, como ya os comento, serán estas novelas new adult las que
me ayuden a desconectar (eso que antes hacía con el young adult más tradicional y a veces rancio) a partir de ahora. Ahora es vuestro turno. Después de haberos contado mi vida (no hay demasiada información en esta entrada, lo sé,
no lo siento), quiero saber dos cosas. ¿Conocéis muchas novelas de este tipo?
¿Cuáles me recomendáis? Y… ¿os gusta?
¿Qué opináis de él, qué os parece? Entiendo que pueden ser libros buenos o muy malos, depende de como el autor haya tratado el drama y la historia, y querría saber vuestra opinión. Hale, venid a contarme, queridos.