Hoy vamos con el enésimo proyecto de un chico de apenas veinte años, que se ha hecho un disco en el dormitorio de su casa. Normalmente soy muy reacio a este tipo de trabajos, ya que salvo contadas ocasiones, lo normal es que sean un poco malos, pero cuando la cosa tiene chicha, nos podemos encontrar con cosas muy interesantes. Una de ellas es debut de Trevor Powers: un chaval de Idaho que con veintidós años de nada ha sorprendido a la crítica de medio mundo – Pitchfork le ha soltado un 8,4 a este disco -, con un trabajo que engaña bastante a las primeras escuchas. Y es que lo primero que uno piensa cuando lo escucha, es que es otro disco de lo-fi más en el que hay poco que rascar, pero los tiros no van por ahí.
The Year Of Hibernation es una preciosa colección de canciones en las que la baja fidelidad es instrumento más, y no una imposición. Youth Lagoon juega con nuestras emociones desde el dormitorio de su casa, y lo hace maravillosamente llenando sus canciones preciosos riffs de guitarra – en la famosa web de Chicago los comparan, con razón, con los de Dean Wareham en Galaxie 500 -, y tranquilas bases electrónicas. Por no hablar de esos tremendos crescendos que tienen temas como July o la espectacular Montana.
Pero si tenemos que hablar de “Highlights” de este disco, hay que irse a Daydream, y Afternoon: los dos temas menos calmados del disco, en los que casi se va a la pista de baile, y con los que dan ganas de salir de ese periodo de hibernación al que hace referencia el titulo del disco. Sobre todo con la segunda, que gracias a ese pegadizo silbido, se va a convertir en uno de los himnos de este otoño.
Sin duda alguna, una de las sorpresas de este 2011, y un disco perfecto para evadirse un poco de todo.
8