Desde que la OMS nos ha crispado a todos con la noticia de que la carne procesada puede aumentar nuestra probabilidad de comer carne, a mi sólo se me antoja panceta, salchichas y lomo. Y comer a todas horas. Lo bueno de esto último, es que me suele pillar con dos de mis mejores amigas, y rara vez alguna se niega, así que el cargo de conciencia por ponernos finas a cualquier hora es compartido, y dividido entre tres.
Y claro, a media mañana pues a las tres nos entra hambre. No creáis que no lo intentamos, que empezamos diciendo de pedir unos tés por eso de mantener la linea, y acabamos pidiendo zumos de naranja (esto cuenta como light ¿no?), y algo para picar, nada, solo cuatro pintaos de tortilla y dos bocadillitos para tres. Pero vamos a volver para atrás: estábamos las tres de reunión por el Casco Viejo, cuando cual guiris perdidas, acabamos en la Plaza Nueva en un bar llamado Zaharra. El caso es que este bar lo he visto en algún otro lado de Bilbao, pero no recuerdo dónde.
Se trata de un bar pequeñito, con una impresionante barra llena de tortillas y mini bocadillos perfecto para media mañana. Nosotras pedimos la de carbonara, muy jugosa; y la de jamón y queso, un clásico. Para acompañar las tortillas, pedimos dos pulguitas de picadillo de jamón serrano con queso de Cabrales con un sabor intenso, con ese toque un poco picante del queso, y del salazón del jamón. Vamos, adictivo.
ZAHARRAPlaza Nueva, 4. Bilbao
Aquí da lo mismo dónde vayas, el sablazo está asegurado. Eso, y terrazas llenas, y extranjeros a tutiplén. En Zaharra, hay buenos pinchos, buenas tortillas, y precios de turista: zumo (minúsculo) de naranja a 2,95€; zumo de piña de bote 2,40€; pincho de tortilla 2,20€ y bocadillo de jamón 2€.
Lo mejor del desayuno, la compañía.