MI MEJOR MOMENTO/FOTO DEL VIAJE:

"Se atormenta una vecina" ;-)
ALOJAMIENTO: Hotel Meliá Horus Zamora. Se trata de un hotel 4* ubicado en lo que fue una antigua mansión modernista. Su situación es ideal, justo en pleno centro histórico. Concretamente está en la Plaza del Mercado 20, a escasos 200 metros de la Plaza Mayor. Sus instalaciones son impecables, cuenta con spa y un restaurante con mucho encanto. Las habitaciones están decoradas con gusto, siempre y cuando te guste el estilo Art Déco. Lo recomendamos y repetiremos si algún día volvemos a Zamora.

Hotel Horus

Zamora es una ciudad tranquila que invita a pasear sin prisas por sus calles, observando la arquitectura, los monumentos y los templos de culto que encontramos a nuestro paso. Sólo en el casco histórico podemos observar 14 iglesias, de las 23 que existen en la ciudad. Me podría entretener contando las peculiaridades de cada una de ellas, explicando el estilo arquitectónico, la fecha de construcción, bajo qué reinado, etc. pero no lo haré. Creo que estos datos son fácilmente accesibles con una búsqueda por la red y que es mucho más interesante que os muestre las imágenes de los sitios que visitamos y que más nos gustaron de Zamora. Lástima que cuando fuimos todavía no tenía la costumbre de escribir en el blog, si fuese ahora seguramente fotografiaría muchos más detalles y rincones para mostraros lo encantadora que es esta ciudad, aún y así creo que podreis haceros una idea... ¿Empezamos?

Mercado de Abastos
Si no nos queremos entretener mucho en el Mercado de Abastos, o bien ya lo hemos hecho, un buen lugar para empezar a recorrer la ciudad es la Plaza Mayor, desde donde empieza la zona medieval. Pero entre el mercado y la plaza pasaremos por el Palacio de los Momos que hoy en día contiene los juzgados de la ciudad. Lo que más me llamó la atención de este lugar fue la fuente que encontramos frente al palacio, me pareció una imagen muy tierna.

Palacio Momos y su fuente
Una vez llegamos a la plaza veremos soportales a un lado y la iglesia San Juan de Puerta Nueva (s.XII-XIII) al otro. A partir de aquí es un gustazo andar por las calles adoquinadas repletas de tiendas antiguas que dan cierta calidez y hacen que te sientas muy a gusto. En estas tiendecitas podeis pararos para comprar algunos dulces típicos. Dudareis entre: las aceitadas, el rebojo zamorano, el bollo coscarón o las orejas de carnaval. Nosotros no nos pudimos resistir y nos hicimos con unas aceitadas zamoranas riquísimas... Sólo llevan aceite, huevos, azúcar y harina, pero están de miedo! Si a veces cuanto más sencillo mucho mejor...

Iglesia San Juan de Puerta Nueva
Desde aquí, y siguiendo por calles adoquinadas, nos dirigimos a la catedral. Nosotros, justo antes de llegar a la catedral, hicimos un alto en el camino y nos desviamos para acceder a la Puerta de Olivares. Antiguamente se utilizaba para entrar directamente del antiguo puente a la catedral, hoy en día nos da paso al Mirador del Troncoso desde donde contemplaremos el río Duero desfilando bajo los 16 arcos del Puente de Piedra, imagen que invita a quedarse un ratito contemplando el paisaje.

Puerta de Olivares

Mirador del Troncoso

Río Duero
Nos olvidamos por un momento que íbamos derechitos a la catedral y empezamos a caminar en dirección al puente de piedra (sXII). Por el camino, pudimos ver de cerca las murallas que guardan la parte antigua de la ciudad. Se dice que antiguamente Zamora era defendida por tres murallas lo que da lugar a su nombre actual ya que Zamora significa: la bien cercada.

Parte de la muralla de Zamora
El puente de piedra es transitable y se puede cruzar en coche o a pie. Nosotros lo cruzamos paseando para contemplar la ciudad vieja desde el otro lado del río.

Puente de Piedra

Ciudad vieja desde el Puente de Piedra
A continuación caminamos sobre nuestros pasos para volver al punto donde lo habíamos dejado, la catedral (sXII) que se encuentra pegada a la Puerta de Olivares.

Catedral de Zamora

Catedral de Zamora
Después de pasar un arco, justo al lado de la catedral, entramos al parque que rodea el castillo. Esta zona nos gustó por tener unos jardines muy cuidados, por acercarnos al castillo, por permitirnos otra imagen de la catedral y por un cuarto motivo. Al encontrarse situado en la parte más alta de la ciudad, ésta nos ofrece unas bonitas vistas del Duero y de los barrios que quedan situados debajo del castillo.

Jardines del castillo

Vistas de la catedral desde el parque del castillo

Vistas desde la zona del castillo y sus jardines

Vistas desde la zona del castillo y sus jardines

Vistas desde la zona del castillo y sus jardines
Finalmente llegamos al castillo (s.XIII) del que solamente queda su perímetro, algunos muros, el patio de armas y la torre del homenaje. Se puede visitar de martes a domingo de 10 a 14h y de 17h a 20h y la entrada es gratuita.

Castillo de Zamora
Zamora es una ciudad que nos gustó por ser tranquila, medieval, tradicional y con unos bonitos monumentos y paisajes formados, principalmente, por el puente y el río Duero. Nosotros no tuvimos mucha suerte con el tiempo y nos llovió gran parte del fin de semana pero con un día soleado tiene que ser mucho más agradable darse un paseíto por esta ciudad de Castilla y León.
