Zombies of Mass Destruction (Kevin Hamedani, 2009)

Como buen aficionado al cine zombie, devoro con fruición cualquier pelicula que incluya zombies aunque sólo sea en el título, por muy casposa o cutre que parezca a simple vista. El otro día fue el turno de Zombies of Mass Destruction, una zom com (o Zombie Comedy) que aborda en clave de humor temas comprometidos para la sociedad estadounidense como el terrorismo, la homosexualidad o la religión, todo ello, claro está, con zombies de por medio. La historia viene a ser algo asi:

Frida, de origen iraní, vive en Port Gamble junto a su padre Alí, de férreas y arraigadas creencias religiosas y culturales. Al pueblo llegarán también Tom y Lance para revelar a la madre del primero su homosexualidad. Sin comerlo ni beberlo la liberación de un virus por parte de terroristas islámicos que revive a los muertos. sembrará el caos. Los protagonistas tendrán que ingeniárselas para sobrevivir al horror, acechados también por cristianos homófobos y familias patrióticas hasta la médula, tan peligrosos o más que los propios zombies...

Ese es el punto de partida de una interesante comedia de terror con zombies, género con el que ya disfrutamos de una experiencia similar viendo Dead Snow, aunque en esta ocasión el humor es mucho más negro y dispara con bala a la sociedad norteamericana, sobre todo a ese núcleo homófobo y contrario a la inmigración que ve un terrorista en potencia en cada extranjero que cruza su frontera. Para ello se incluirán en el argumento ciertos estereotipos de esos que abundan en la imaginería de este tipo de cine, incluyendo por parte del sector más reaccinario personajes como el alcalde conservador, el pastor cristiano, la familia patriota a más no poder, etc...

El humor es el punto fuerte de este film, jalonado de principio a final de veladas críticas a esos prejuicios de parte de la sociedad norteamericana, con algunas situaciones realmente desternillantes y canallas. Sólo por esos momentos ya merece la pena darle una oportunidad a Zombies of Mass Destruction.

Así, tenemos humor por un lado y mucha mala leche por otro. ¿Que nos falta? Tranquilos, no nos olvidamos de los zombies, aunque quizás en esta película nuestros putrefactos amigos no tengan la importancia que puedan tener en otras comedias como Shaun of the Dead o Zombieland. No obstante, su presencia es de recibo, y lentos pero seguros y constantes, sembrarán el terror en la pequeña localidad. Tampoco faltará la sangre y el gore de rigor provocados por estas hordas de zombies que inudarán la pantalla, con unos efectos especiales muy dignos. Quizás el único pero que se le pueda achacar a la película en cuanto al tema zombie se refiere sea el maquillaje, cosa que, sin duda, se le perdona, puesto que aunque en general es un poco limitado, en ocasiones sorprende con algún que otro muerto viviente realmente grimoso.

Sátira, crítica, ataques al racismo y la homofobia, zombies hambrientos y gore a granel: estos son las armas de destrucción masiva de las que se sirve Zombies of Mass Destruction para dejar huella, y aunque no será demasiada profunda (nos referimos a la huella...), al menos nos dejará un buen sabor de boca gracias a algún que otro gag de esos que te arrancan la carcajada y a la siempre gratificante presencia de los no-muertos.