Somos personas de costumbres, hábitos repetitivos, gustos constantes... , pero nos apasionan las personas que arriesgan, quizás por el hecho de que las dos nos hemos instalado en nuestras respectivas zonas de confort... Es cierto que nos asustan los cambios, a pesar de que la Vida es constante movimiento, pero tiene que haber una circunstancia "explosiva" para que demos pie a una renovación en cualquier ámbito de nuestra asentada existencia. Y sabemos que no está bien. Sabemos que debemos adaptarnos a las situaciones cambiantes, ser valientes, lanzarnos al vacío sin paracaídas. Porque el riesgo tiene su recompensa, porque quién no arriesga, no gana... y porque la zona de confort es como el encefalograma plano de la Vida, sin picos arriba y abajo, sin alegrías ni penas, sin noche ni día, sin esperanza siquiera....
Pero ¿cómo empezar a estas alturas a dar un giro a nuestro asentamiento en esa zona tan confortable? De momento, nuestros hijos nos están dando lecciones al respecto, porque la juventud de hoy día es bastante más "echá p'alante" que la de nuestra época. ¡A ver si nos contagian! Nosotras de momento estamos pensando dejar nuestro perfume preferido durante años.... ¡que por algo hay que empezar!
Foto
Foto
Foto
Foto
Foto
¿Cómo lleváis eso de la zona de confort?