Solo oímos el sonido del piano, la pieza es de Preisner.
Simbiosis perfecta con cada detalle de la escena.
Otro tanto sucede a nivel visulal, la marioneta condensa el sentido completo del personaje, Verónica (Irène Jacob), y el mensaje de toda la película.
Aunque es Philippe Volter el actor que interpreta al personaje de Alexandre, quien construyó las marionetas que aparecen en el filme y quien mueve sus hilos es Bruce Schwartz, excepcional marionetista que fascinó a Kieslowski y al que ofreció la posibilidad de participar en la película. Una joya, imprescindible, de las que hacen amar el cine.
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