Revista Series

1 serie, 1000 remakes

Publicado el 26 noviembre 2010 por Arcibel

Vamos a ser claros. Que una serie tenga éxito, que junte rating hasta con sus repeticiones y que todos esperemos ansiosos año tras año las nuevas temporadas no quiere decír que 10 años después vamos a querer volver a verla en la pantalla chica.

1 serie, 1000 remakes

No hay caso, la versión colombiana de Grey’s Anatomy no logra moverme ni un pelo, los galanes son medios raritos y el hecho de que McDreamy parezca mi abuelo me da ganitas de cambiar de canal. El nombre que eligieron “a corazón abierto” me parece un tanto bizarro, los dialogos son casi calcados a la serie original y honestamente los actores parecen bañados en barníz de lo duros que son.

Tampoco van a poder copiar al churro de Tony de la rebelde serie Inglesa Skins. Está bien que Estados Unidos se esté perdiendo de unos cuantos puntitos de rating gracias a la serie británica, pero no es lo mismo ver a un grupo de adolescentes fumados corriendo bajo la lluvia de Bristol que a un grupo de skaters haciendo de las suyas en Central Park.

No importa cuanto lo intenten, ninguna remake va a ser tan buena como la original. 90210 y Melrose place me dan la razón. Fueron grandes éxitos de la década de las permanentes pero sus versiones actualizadas dejaron mucho que desear. Los viejos personajes ahora volvieron para interpretar a algún que otro padre venido a menos, y los nuevos adolescentes intentan hacerme creer que Beberly Hills sigue de moda ¡Next!

¿Otro ejemplo desesperante? La versión argentina de ama de casas

1 serie, 1000 remakes
desesperadas (valga la redundancia) o la versión latinoamericana de Los Simuladores. Juan Palomino en el papel del divino de Mike me produjo cualquier cosa menos alegría y los chistes en español neutro pierden por completo el sentido cuando reemplazan los tan carácterísticos insultos argentinos por algo que la real academia española considera aceptable.

Y un tema que a mi me tiene de los pelos. La versión americana de Betty la Fea es (va, era) divina. Estaba bien hecha, tenia buenos actores, usaban ropa que me da envidia y tacos extraordinarios. Pero no era Betty la Fea. No era esa muchachita realmente feucha que terminaba con el jefe millonario. En la última temporada y luego de enterarse de la cancelación hicieron lo posible por repuntar un poco, pero el supuesto amor (totalmente repentino) del jefe fue totalmente increíble, casi absurdo. Terminó medio pobremente, sin esa escena romántica del casamiento de la fea con el rico, sin pena ni gloria.

Estoy cansada de las remakes. Es como si me ofrecieran la versión barata de mi novio, o el muñeco inflable del chico que me gusta. No me van a conformar con un chocolate light o un helado sin calorías. Las remakes tienen gusto a poco, de vez en cuanto alguna tiene éxito y aviva la llamita del amor que los productores tienen por los viejos formatos de televisión. Basta de historias refritas muchachos, a mamá mona con banana verdes no.

Blog: Almacén de Histerias


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