Publicado Lunes 21 julio, 2014 De Zona Vital
1. Rechaza siempre que puedas las bolsas plásticas. ¿Vas a comprar algún producto pequeño? ¿Cabe en tu bolso o en otras bolsas que ya llevas? ¿De verdad necesitas que vaya envuelta en esa bolsita que tardará siglos en descomponerse? No.
2. Para compras que necesiten una bolsa, lleva tu propia bolsa de tela. Son ligeras, caben en cualquier parte y pueden usarse una y otra vez (además, te ves mejor llevándolas en el hombro). Hay muchísimas empresas que las venden, para conocerlas y adquirirlas puedes buscarlas aquí.
3. Evita la tentación de las ofertas «2×1» o «3 x 2». Evalúa, ¿necesitas tanto? Muchas veces te olvidas de estos productos, caducan y terminan en el basurero.
4. Consume alimentos locales y de pequeños productores para eliminar la contaminación de transporte y empaques.
5. ¿Sabías que una botella de vidrio puede tardar hasta cuatro mil años en degradarse?Por eso nunca tires a la basura tus botellas o envases de vidrio, aprovecha para hacer hermosos floreros, guardar alimentos, etc. Pronto aquí tendremos muchas ideas para reutilizar este tipo de material.
6. Prueba productos cosméticos naturales como jabones, cremas o exfoliantes artesanales que no contienen insumos dañinos y dejarán tu piel radiante.
7. Si eres amante de la moda, fíjate en la etiqueta y usa marcas ‘ecofriendly’. Y también hay muchos diseñadores emergentes que tienen su línea de accesorios ecológicos o elaborados a partir de materiales nobles (telas, papel, etc.)
8. Promueve el reuso: antes de salir de shopping, elige prendas que ya no uses y entrégalas a tiendas de ropa de segunda mano u organizaciones benéficas. Incluso piensa en la opción de regalarlas a personas cercanas y que puedan darle vida de nuevo, por ejemplo la ropa que van dejando mis hijos van pasando a sus primitos que vienen detrás.
9. Si pensaste darle un nuevo ‘look’ a tu casa, anímate a utilizar piezas recicladas o restauradas.
10. Renuncia a las pitillos, quizá sea un poco difícil ya que en la práctica considero que estamos muy acostumbrados a su uso, pero lo cierto es que son uno de los mayores contaminantes plásticos que hay en el océano. Cuando vayas a un restaurante, compres una gaseosa o un jugo, trata recordar no pedirlo.
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