Para variar, voy a comenzar este post con una confesión recurrente: tenía planificada otra entrada para este miércoles. Un post sobre las bases del storytelling para que fueras apreciando hacia dónde se dirige una de las tres temáticas fundantes del curso "Bloguera profesional" y que de esa forma decidas si te interesa suscribirte en la lista de bloggers con aspiraciones. Sin embargo, recibí dos mail que me impulsaron a escribir siguiendo la pulsión de la intuición y olvidando todos mis precarios calendarios editoriales.
Ambos mail, enviados curiosamente con apenas minutos de diferencia a dos de mis direcciones de correo, tienen como remitentes a mujeres lúcidas, sensibles y talentosas. Mujeres capaces de aportar valor a su comunidad de lectoras enriqueciendo la experiencia de quien lee su blog. Sin embargo... en ambos casos es perceptible un tono de frustración y desconcierto. Desconcierto porque no logran encauzar sus proyectos personales en un espacio virtual -en este caso un blog- y frustración porque todos sus esfuerzos parecen no encontrar eco en el universo de los emprendimientos digitales.
¿Conocés la sensación? Si sos bloguera y tenés aspiraciones conocés íntimamente ambas emociones. De hecho, me permitiría el atrevimiento de sospechar de tu negativa. El inicio de un blog (especialmente si es un blog profesional) es una tarea compleja, de constantes desafíos, mucha incertidumbre respecto al rumbo que debés cursar y en ocasiones, provoca la irremediable sensación de soledad. Lo sé. Es una expresión hiperbólica para referirme a un proyecto de escritura pero vos sabés tanto como yo que un blog profesional no es simplemente un proyecto de escritura.
¿Tenés aspiraciones o expectativas comerciales?
Ya hablé en el pasado de lo que significa ser una bloguera hedonista: escribir por el simple placer de escribir y disfrutar de crear lentamente una comunidad de intereses en torno a tus pasiones personales. Tener una postura hedonista implica cierto desdén de los preceptos del SEO y las estadísticas, apreciando en tu blog la posibilidad de comunicar aficiones, ideas y experiencias personales. Pero seamos honestas con nuestras propias intenciones. ¿Realmente no tenés aspiraciones? ¿Ninguna?
Si acunás la idea de recibir comentarios, entablar un diálogo genuino y ver crecer tu comunidad, tenés aspiraciones. Si además, te interesa que esta comunidad conozca tu obra o tus servicios, sin dudas tus aspiraciones respecto al blog que escribís son claras y tienen un fin aunque te cause cierta incomodidad reconocerlo. En torno a esas aspiraciones que te cuesta expresar de forma explícita crecen las inquietudes, las dudas y la frustración. Tengo el firme convencimiento de que se puede tener un blog profesional y seguir practicando un hedonismo relajado y feliz porque esta postura no depende de tus aspiraciones para el blog sino de tus expectativas comerciales. Y creéme, son cosas distintas.
Las bases de un blog profesional.
Las motivaciones para abrir un blog pueden ser muchas y variadas. Casi tan únicas y específicas como personas que escriben en la blogosfera. De la expresión de tus hobbies a la consolidación de tu imagen como experta en un área del conocimiento, el blog tiene la espalda ancha como para dar cabida a búsquedas diversas. Para no eternizarme en un post ilustrativo, vamos a suponer que iniciaste tu blog porque sentís la necesidad interna de comunicar tu visión del mundo. Tu particular filosofía de vida. Creo que éste es uno de los ejemplos que no cubrí aún en "Blogger desde cero" donde he usado ejemplos de diferentes áreas pero nunca respecto a lo que denominaríamos filosofía de vida que, ciertamente, no es necesariamente lo mismo que un lifestyle blog. Por un segundo, imaginemos esta hipotética situación que, ¿por qué no? puede ser la tuya:
- Descubrís en un blog la posibilidad de proyectar la cosmovisión por la cual orientás tu ser y estar en el mundo.
- Disfrutás ideando el proyecto, pensando en los detalles del diseño y creando amorosamente tu casa virtual.
- No solo porque sentís la necesidad dar a conocer el pensamiento que enriqueció tu vida llenándola de sentido sino porque, te gustaría eventualmente, recibir visitas, transformarlas en lectoras y quizás expandir tu blog para acercarte a personas interesadas en el consejo profesional que podés ofrecer.
¿Te suena familiar? Loable propósito, dedicar tu tiempo a contar cómo lograste una vida más plena. No menos loable pretender a mediano plazo un beneficio económico que te permita sostener tu propósito. Si algo aprendí cuando inicié mi emprendimiento hace cinco años es que un blog con aspiraciones no se sostiene solo. Requiere de un mínimo de inversión de capital y de tiempo. En ese sentido quiero que reflexiones sobre tus formulaciones verbales. Cuando iniciás un blog profesional o querés profesionalizar el que ya estás escribiendo tus conjugaciones no pueden ser condicionales o hipotéticas. No es que "te gustaría y quizás". Tener certeza en tu propósito es esencial. Tu objetivo se formula en un simple enunciado: voy a crear un blog nutrido de contenido de valor en el cual ofrecer mi servicio de consultoría X con un costo X. Obviamente, vos podés completar las X de mi discurso con tu área de interés específico y tus necesidades financieras.
Siguiendo la línea de tu pensamiento como bloguera dudosa de sus aspiraciones, intuyo tu cuestionamiento: "Divino planteo. Tirando a obvio. Lo cierto es que a veces se empieza sin un objetivo y el blog crece". Permitime responderte: si tu blog se expande es porque tenías un objetivo y seguiste una estrategia. Los blog no crecen por generación espontánea. De eso estoy más que segura. Cualquiera que haya empezado un blog sabe lo que cuesta conseguir visitas, comentarios y cierta visibilidad. Por que sí, cuesta y bastante más de lo que la mayoría de quienes tienen un blog de cierta notoriedad son capaces de admitir.
Si no estás dispuesta a admitir tus intenciones, claramente este post no es para vos. Ahora, si acunaste la idea en una visión a largo plazo, no te quedes en las medias tintas, como queriendo pero sin hacer nada al respecto. Puedo hablar de esta situación sin tapujo alguno y por experiencia propia porque fue mi devenir con Intensional. Esto no significa actuar a lo loco sino dar el primer paso, reconocer que tenés aspiraciones e informarte de cuáles son las posibilidades para un blog como el tuyo y las estrategias básicas para ponerlo en funcionamiento para verlo crecer y en el futuro, obtener ingresos de él.
Honestamente, no creo que dar los primeros pasos de un blog profesional involucre un lenguaje secreto codificado únicamente para iniciados. De hecho, todos los nombres impuestos por la moda no hacen más que confundir nociones esenciales. Sí creo que existen ciertas nociones de sentido común, una innegable inversión de tiempo y dinero -las proporciones de ambos las decidís vos misma- y claro, en ocasiones, la mirada objetiva de quien ya recorrió parte del camino. Si te interesa que te ayude con esa mirada, podés suscribirte al curso para Blogueras Profesionales clickeando directamente en la imagen.
10 errores al crear un blog profesional.
¿Ya clarificaste tus intenciones? Entonces, asumiste una posición respecto a tu blog y decidiste que querés profesionalizarlo, lo cual significa -mínimamente- establecer una rutina de publicaciones, un calendario de contenidos que sean valiosos para los lectores que te interesa y una visión clara de cómo promocionarte para que tus post no pasen inadvertidos. Posteriormente, decidirás la forma de monetizar tu espacio porque, como dije antes, "profesionalización" y "monetización" no son sinónimos.
Para que comencemos a delimitar el camino de un blog profesional, quiero contarte los que entiendo como los diez errores más llamativos en un blog con aspiraciones. Voy a desarrollar brevemente cada punto pero antes, necesito decirte que son excepcionales quienes no cometen estos errores. Y me permito especular que si no los cometieron tiene dos explicaciones posibles: no es el primer blog que escribe y recibieron orientación de alguien que les indicó el mejor camino a recorrer. No te entretengo más, te cuento las dislates que el común de los mortales cometemos:
1- No establecer claramente el tema de tu blog. Es uno de los dislates naturales de todo bloguero. Al principio, te lee tu familia y algún amigo fiel sin excusas. En consecuencia, cuando observás que las métricas no prosperan...comienza la inquietud y la etapa de experimentación adolescente de tu blog. De la torta que cocinaste el fin de semana a la foto de tu perro haciéndose el muertito, lo probás todo. ¿Sabés qué? No tiene nada de malo mostrarle al mundo entero lo inteligente que es Sultán y lo bien que te queda la chocotorta pero genera un elenco de visitas que no son las que necesitás para fomentar una comunicación genuina. Las audiencias específicas se crean lentamente y no sin esfuerzo.
2- Publicar sin calendario. Este es uno de los puntos que más rebela a las puristas del hedonismo bloguero. En general, una hedonista publica cuando tiene ganas. Una profesional publica con constancia: una, dos o tres veces por semana. Si nuestros post son fruto de la investigación y la elaboración, publicar una vez por semana es razonable. No le encuentro demasiado sentido a publicar todos los días por el solo hecho de seguir la recomendación de que "a Google le encanta el contenido fresco". Porque si es fresco pero no aporta nada...seguro siguen visitándote únicamente tus familiares. Y ya se van a cansar. El lector es un ser rutinario quiere saber cuándo y en qué modo leerte, facilitale esas previsiones y al principio vas a tener que buscarlo pero con el tiempo, llega el solo buscando lo que quiere.
3- Creer que el trabajo de un post termina al publicarlo. Al pulsar el botón para publicar tu post solo recorriste la mitad del camino. Ahora, tenés por delante una larga tarea de difusión de tu contenido. Es una actividad que puede resultar tediosa y personalmente, no recomiendo automatizarla cuando estás creando tu comunidad de lectores. Seguramente, una de tus investigaciones prioritarias al iniciar un blog profesional será la ubicación de tu público específico. Porque no solo tenés que saber a quién te dirigís sino dónde encontrarlo. De nuevo, insisto: no hay secretos mágicos. ¿Dónde buscarías hoy a los lectores digitales? Si lo primero que se te ocurrió pensar es en las redes sociales, estás bien orientada. Si no tenés redes sociales, a crearlas ya mismo. No voy a extenderme en este tema pero mi sugerencia es que te concentres en las dos redes sociales que podés hacer crecer con más rapidez: Google+ y Twitter. Por su parte Facebook tiene sus propias reglas internas y un crecimiento más lento.
4- Buscar lectores en los lugares equivocados o peor aún, no buscarlos en lo absoluto. Si en tu imaginación los lectores llegaban espontáneamente a tu blog fascinados por tu contenido y el encanto de tu prosa...lamento pinchar tu burbuja de ilusiones. A los primeros lectores hay que ganárselos a pulmón y eso, lleva tiempo: identificarlos, buscarlos en el lugar adecuado, presentar un contenido que destaque y les llame la atención, ofrecerles beneficios... No te miento si te digo que tus primeros lectores no van a llegar a tu blog por Google sino por el trabajo que realices vos misma dando a conocer tus post en el espacio en el que se encuentran las personas que te interesa que te lean.
5- No tener idea de lo que es una lista de suscriptores. Aunque tu interés no sea vender nada, una bloguera profesional necesita su propia lista de suscriptores porque son los lectores realmente interesados en su contenido. Un suscriptor es un lector que consideró lo suficientemente valioso tu blog como para ofrecerte su mail. No es una visita casual. Es una persona interesada en los temas sobre los cuales escribís y con la cual podés comunicarte directamente con un mensaje de correo. Personalmente considero ésta la forma más directa y efectiva para comunicarte con los lectores y hoy me parece tarde para que la apliques.
6- Olvidar que cada vez más lectores te leen desde el celular. En este sentido, no tener un diseño responsivo es casi como ignorar a el volumen de visitantes que llegan desde los móviles. Si tu diseño no se adapta a la pantalla del teléfono o la tablet, el lector abandona a la página. A mí me pasaba con la versión anterior de mi blog que era ilegible en el celular, razón por la cual decidí cambiar la plantilla.
7- No darle importancia al diseño. Como verás, dejé este punto para uno de los últimos puntos aunque lo considero un aspecto esencial. Desde el tema de la plantilla a la elección de colores para cada uno de los elementos gráficos, hay diseños que son poderosos llamadores de atención y otros que hacen huir a un lector antes de dedicarle medio segundo a la lectura de un post. Si no tenés ni idea de cómo crear un blog a tu medida, contratá un profesional. Es una inversión mínima en relación a las ventajas que ofrece tener un diseño que te represente.
8- Desesperarte por la ausencia de comentarios. Los blogueros somos endogámicos, Tenemos un blog y comentamos en ellos. Casi la totalidad de los comentarios que recibas en tu blog corresponden a otras personas que escriben su propia página virtual. En consecuencia, hay temáticas en las cuales es más sencillo crear una rápida red de comentarios, participando en fiestas de enlaces o con relaciones que ya se cultivaron anteriormente en las redes sociales y hay otras temáticas en las cuales recibir un comentario es un triunfo invaluable. En general, la intuición me indica que, cuanto más profesional sea tu blog, más difícil es obtener los primeros comentarios de otras blogueras. Pero conste, escribí "difícil", no imposible.
9- Obsesionarte con la lectura de las estadísticas. Ofrecen información valiosa cuando estás pensando en un lanzamiento de productos o servicios, cuando querés conocer qué temas funcionan mejor para tus lectores o cuál es su procedencia geográfica. También para conocer desde que dispositivo te leen, que buscador y cuáles son sus preferencias. Todo esto es súper útil. Ahora te repito una pregunta que ya creo haber formulado antes: ¿por qué te interesa tanto el número de visitantes? En el único caso en el cual es relevante la cantidad de visitantes de un blog es si pensás monetizarlo con anuncios de marcas consolidadas en el mercado que, claramente, te van a pedir tus estadísticas para decidir si tu espacio les conviene. En este sentido, te conviene crear un gran volumen de lectores. Ahora, si tu objetivo es vender servicios muy específicos, es preferible un pequeño grupo de lectores selectos que estén muy interesados en tu oferta que tres mil visitantes que apenas rozan la página, escanean el contenido y se retiran. No profundizo más porque será uno de los temas del próximo post
10- No priorizar el contenido. Escribir por escribir...no es una buena estrategia para un blog profesional. Esto no significa que no puedas escribir de lo que quieras y como mejor te parezca, siempre y cuando tus post sean consecuencia de una toma de postura o simplemente de una intuición, como es el caso de este post. Sin embargo, escribir por cumplir, redactar dos párrafos para salir del paso, puede ser una táctica de principiante pero seguramente no es lo que querés para un blog profesional. Este aspecto puede ser agotador. Sin duda. Requiere de mucho esfuerzo mental de organización de contenidos, especialmente luego de que escribiste los primeros veinticinco post más relevantes para tu lector ideal. Olvidar que los lectores llegan a tu blog buscando "algo" es el verdadero dislate. En este sentido, no tener la mínima noción de qué ofrecerles es un problema que tenés que solucionar ya mismo si te interesa tener un blog profesional.
Post desmesurado....Extenso como pocos. Realmente necesitaba decirles a quienes me escribieron que estas diez nociones básicas de un blog profesional se cumplen para todos y que las promesas mágicas de visibilidad inmediata son poco creíbles. Si te interesa crear algo más sólido y con sentido, te espero en el curso, por allí tengo un lugar para vos.