¿Te imaginas si un cambio en tu diálogo interior pudiera alimentar tu positividad, incluso en los días más duros?
Cada día que pasa, la vida cambia, para bien o para mal. No es estática. Y nosotros también podemos cambiar. Sin embargo, ¿por qué a veces nos sentimos atrapados? ¿Inmovilizados e incapaces de cambiar? Porque esos cambios nos producen incertidumbre, y la incertidumbre es incómoda. Nos gusta tenerlo todo controlado. Sentirnos seguros.
Y cuando no sentimos esa seguridad, estamos confusos, desplazados, y nuestra mente empieza a contar una historia. Una historia que va rellenando con su propia comprensión de cómo es la vida. Pero son historias que por norma general nos traen más cosas negativas que positivas.
Quizá estás cambiando de empleo, montando tu propio negocio, o te has propuesto ponerte en forma. ¿Qué es lo que te estás contando durante este proceso de cambio vital? ¿Te sientes seguro y confiado? ¿Eres el héroe de tu película? ¿O eres un personaje secundario, un personaje que no confía en que será capaz de hacerlo, un personaje que ni siquiera va a intentarlo?
¿Sientes que eres ese personaje? No te preocupes, no estás solo. Somos muchos los que sentimos lo mismo.
Pero imagínate por un momento a los héroes de ficción de los últimos tiempos, contándose estas historias autodestructivas que escuchamos en nuestras cabezas todos los días.
Quizás Katniss Everdeen piensa que ella no tiene el valor de luchar contra el Capitolio, así que continúa su vida, cazando en el bosque, mientras todos los años se repiten los Juegos del Hambre. O Buffy Summers rechaza su papel como cazavampiros, porque nunca ha cazado vampiros y no sabe cómo hacerlo, así que ¿para qué intentarlo? O Harry Potter se dedica a jugar a Super Mario porque eso de combatir a Voldemort no es tarea para un niño, por lo tanto que se ocupe otro.
Ale, vaya mierda de historias, ¿no?
Pues resulta que son las mismas historias con las que enfrentamos nuestros propios sueños, deseos y objetivos, día tras día. En cuanto asoma la más mínima dificultad, nos venimos abajo.
¿Se te ocurre alguna situación en tu propia vida? Lo mismo has intentado hacer cambios a mejor en tu vida, y te has visto sumido en un mar de dudas, confusión, miedos y autodestrucción.
Intenta recordar cuál ha sido tu diálogo interior desde el momento en el que te diste cuenta que era más difícil de lo que te habías planteado, y que no avanzabas tan rápido como esperabas. Venga, visualiza esta historia, recuérdala con todos sus detalles. Sólo así comprenderás mejor todo lo que está ocurriendo en tu cabeza. Porque es esa misma historia, la de tu cabeza, la que acaba plasmándose en la vida real.
Y lo más seguro, y más triste, es que estoy convencida de que la mayoría de los fracasos que has tenido se deben en gran parte a esta historia que te has contado tantas veces que se ha convertido en tu realidad. Es esta historia la que se interpone en tu camino en muchísimas más ocasiones que los obstáculos reales a los que te enfrentas. Tu diálogo se convierte en algo como:
“No soy lo suficientemente buena. Soy un desastre, una mierda. Lo más seguro es que vaya a fracasar, así que ¿para qué intentarlo? Al fin y al cabo, no es más que una pérdida de tiempo y de energía. Una pérdida de dinero. Y no merece ni el tiempo ni el riesgo. Además, de todas formas, tampoco es que me importe mucho. Pfff… prefiero ver la tele… Lo haré mañana, la semana que viene, el mes que viene… O mejor, nunca.”
¿Y qué puedes hacer si éste es tu caso? ¿Si te estás haciendo daño con esas cosas (mentiras) que te estás contando? Cambia la maldita historia, ya. Conviértete en el protagonista de tu vida y no en un personaje secundario que se esconde tras una cortina de inseguridad.
Te echo una mano con estas estrategias.
Cambia tu diálogo interior para alimentar tu #positividad con estas 10 #estrategias
Cambia tu historia con estas 10 estrategias y alimenta tu positividad
Cuando sientas inseguridad y dudas, cuando no encuentres la actitud necesaria para dar los pasos que te impulsarán hacia adelante, recurre a estas estrategias que te ayudarán a cambiar tu diálogo interior para alimentar tu positividad, hasta en los días más difíciles. Escoge las que tengan más sentido para ti en tu situación actual, e interiorízalas hasta que formen parte de tu nueva forma de pensar.
1 No compares tu progreso con el de otros
Nuestras necesidades de tiempo para recorrer nuestras propias distancias son únicas e incomparables a las de los demás. Concéntrate en el paso que estás dando en este momento, y hazlo lo mejor posible.
2 Date permiso para ser un principiante
Nadie comienza siendo un experto. Nadie nace con todo aprendido. Haz lo que puedas hasta que tengas más conocimiento y experiencia. Cuando tengas más conocimiento y experiencia, hazlo mejor.
3 Aprecia el esfuerzo, la paciencia y la perseverancia
En una sociedad en la que se busca la gratificación y los resultados instantáneos, tenemos que aprender a apreciar la belleza del esfuerzo, la paciencia y la perseverancia. Sé fuerte, vive en el ahora y sé constante. Sigue con tus rituales positivos diarios.
4 Sé paciente
La paciencia es una expresión legítima de la serenidad, la fe, la aceptación y la confianza en nuestras capacidades. Es una muestra de fortaleza. Cultívala.
5 Deja de huir
No corras. No intentes escapar. Respira. Vive el presente. Estás donde se supone que tienes que estar en este mismo instante. Cada paso, cada tropiezo, cada experiencia, es necesario. Si quieres profundizar en este concepto, lee este libro.
6 Usa lo “negativo” en tu beneficio
Utiliza la decepción y la frustración para encontrar motivación en lugar de como una molestia y un dolor de muelas. Tú eres la única persona que controla cómo respondes a la vida.
7 No eres el producto de tus circunstancias
Eres el producto de tus decisiones, y tienes la capacidad de tomar la decisión de NO PERMITIR que tus frustraciones, miedos o dudas decidan tu futuro.
8 Tus dificultades son parte de tu historia
El rechazo por parte de algo que deseas, ya sea de una persona, de un trabajo o de una situación, a menudo indica que estás siendo dirigido hacia algo que necesitas para poder avanzar mejor.
9 Siempre es mejor esforzarse
A medida que nos enfrentamos a los inevitables obstáculos de la vida, recuerda que es mejor sentirse agotado después de habernos esforzado, después de haber aprendido, que estar cansado de no hacer nada.
10 No hay novela que dure sólo un capítulo
Y lo mismo es cierto para la historia de nuestra vida. Un capítulo no te cuenta toda la historia. Un error no define quién eres. Sigue pasando las páginas que tienes que pasar.
Los grandes cambios se consiguen con pasos pequeños
Sea lo que sea lo que quieras conseguir – comenzar una nueva relación, aumentar la familia, encontrar un nuevo empleo, montar un negocio, ser más productivo, o cualquier otro viaje personal que requiera de tiempo, paciencia y compromiso – hay una pregunta que debes hacerte:
“¿Estoy dispuesto a hacer ahora cosas, cada día, que otras personas no hacen, para poder pasar gran parte de mi vida como muchas personas no podrán hacerlo?”
Nos convertimos en lo que hacemos de forma repetida. Adquirir conocimiento no te ayuda a crecer. Creces cuando lo que has aprendido cambia tu manera de vivir día a día.
Y no es fácil. En ese camino, te encontrarás con muchas dificultades. Pero lo que te digas a ti mismo, tu diálogo interior, te ayudará a caminar, paso a paso, y a llegar a tu destino. Simplemente recuerda contarte la historia correcta, la que te pone a TI en el papel del protagonista.
¿Y tú?
¿Has intentado hacer algún cambio positivo en tu vida pero has acabado desistiendo? ¿Qué es lo que te has estado contando acerca de este cambio, de tus capacidades, de tus dificultades?