El cambio es una parte intrínseca de la vida misma. Desde que nacemos estamos cambiando cada segundo pasa. Nuestro cuerpo cambia, nuestro entorno cambia, el mundo que nos rodea cambia, pero sin embargo parece que nuestra mente quiere resistirse al cambio.
Nos empeñamos en buscar un trabajo que dure toda la vida, una pareja para toda la vida y en hipotecarnos durante muchos años para conseguir una casa que dure toda la vida.
No estoy ni mucho en contra de trabajar en lo mismo, tener una única pareja o vivir en el mismo lugar, siempre y cuando todo esto fluya y se mantenga de manera de natural. Pero sí que estoy en contra de forzar que se mantengan situaciones que por la razón que sea han dejado de fluir.
Invertir esfuerzos en algo que ya no funciona es comenzar una guerra perdida que solo te va a generar malestar y frustración.
Estoy segura de que conoces alguien que lleva años quejándose de lo a disgusto que está en su trabajo pero que no ha movido un dedo para cambiar su situación o de lo desgraciado que es su matrimonio pero que aún no conoce los trámites a seguir para solicitar el divorcio.
¿Qué está pasando? ¿Por qué tenemos tanto miedo a cambiar si el cambio es lo único constante en la vida?Los seres humanos como especie animal que somos estamos, diseñados para sobrevivir, no para ser felices y nuestra historia evolutiva nos ha enseñado que los entornos que van aumentar nuestras probabilidades de sobrevivir son los entornos controlados, conocidos, ya que fuera de ellos no sabemos cuáles son los peligros que pueden acecharnos.
Sin embargo, el mundo ha cambiado y los peligros que nos acechan ya no están ahí fuera para cazarnos y convertirnos en su cena sino que están en su mayoría dentro de nuestra mente.
Es normal e incluso adaptativo tener miedo al cambio, lo que deja de ser adaptativo es cuando ese miedo nos impide cambiar.
10 indicios de que necesitas un cambio en tu vida
A veces la vida te pide a gritos un cambio, pero por mucho que grite puede que tú no la oigas o que simplemente no quieras escucharla.
Para que esto no ocurra, vamos a hablar de 10 indicios que pueden estar indicándote que necesitas cambiar de dirección.
1. Te sientes vacío. Sientes que te falta algo y no sabes el qué
¿Aparentemente tienes de todo y aún así no eres feliz? Probablemente haya llegado el momento de que te plantes si tu vida actual es el resultado de lo que tú quieres o si por el contrario te has dejado llevar por la inercia de la vida o por los que otros querían para a ti.
Si ha sido así, no te preocupes, es fácil perder de vista tus sueños, pero nunca es tarde para luchar por ellos.
Plantéate qué es lo que quieres, qué es lo que te hace feliz, qué objetivos quieres lograr y qué hacer para conseguirlos.
Dicen que el límite es el cielo pero te aseguro que ya hay huellas en la luna.
2. Las cosas han dejado de ilusionarte. Te sientes apático
Cuando eres un niño cada día es una nueva aventura, todo es emocionante y cada día descubres un cachito nuevo de mundo. Sin embargo cuando te haces adulto entras en la rutina y corres el riesgo de que tu vida se vuelva monótona y aburrida.
Dicen que la aventura es peligrosa pero puedo asegurarte que la rutina es mortal.
Así que si el mundo ha dejado de sorprenderte, significa que ha llegado el momento de salir de tu zona de confort.
3. Vives la mayoría del tiempo en piloto automático
¿Te levantas, te vas al trabajo, vuelves, haces las tareas del hogar y te tumbas agotado en el sofá deseando que llegue el fin de semana? ¿Todos los días haces lo mismo? ¿Sientes que el tiempo se te escapa de las manos sin darte cuenta de su paso?
¡Baja de la rueda de hámster en la que te has metido! Cambia tu rutina, cambia tus hábitos, sea lo que sea pero ¡cambia!
No olvides que cada día más es un día menos.
4. Hace tiempo que no te sientes feliz, que nos disfrutas de la vida
¿Has perdido la capacidad de disfrutar de la vida? Esto pude ser un síntoma de que hay algo que no va bien.
Cada día hay cientos de cosas de las que puedes disfrutar. El agua templada de la ducha, el atardecer, las risas de tus hijos, un café con una buena conversación con tus compañeros de trabajo.
Te planteo cada noche antes de acostarte hacer una lista con los pequeños detalles de los que has disfrutando cada día y por qué no aumentar la cantidad y la calidad de esos momentos.
5. Tu voz interior te dice que necesitas un cambio
No ignores a tu intuición. Tu intuición es esa voz que puede que no estés acostumbrado a escuchar.
No digo que siempre te tengas que dejar guiar con ella, no sé qué es exactamente la intuición ni cómo funciona, podría ser un campo de investigación muy interesante, pero lo que sí sé por experiencia propia es que no suele equivocarse.
Así que cuanto menos merece la pena que inviertas parte de tu tiempo en escucharla.
Si tu voz interior lleva un tiempo pidiéndote un cambio es probable que haya llegado el momento de hacerle caso. ¿Por qué no?
6. Envidias la vida de otros
¿Envidias la vida de ese amigo tuyo que viaja mucho o de esa compañera de trabajo que tiene un novio maravilloso?
Envidiar a otros no es malo siempre, siempre que esa envidia sea constructiva y te lleve a movilizarte en una dirección positiva.
Así que si envidias la vida de alguien simplemente trabaja para conseguir aquellas cosas que envidias en esa persona.
7. Te sientes perdido, no sabes qué dirección tomar
Si te sientes desorientado es probable que estés pasando por una crisis existencial. Estas crisis se dan cuando lo que estás haciendo deja de funcionar.
Suelen aparecer en momentos vitales en los que tu entorno cambia y por lo tanto tú también tienes que cambiar (mudanza, ruptura, despido laboral, etc...) pero también pueden aparecer cuando tú cambias y tu entorno no ha cambiado.
Sea cual sea la razón, si te sientes perdido y no encuentras tu camino, no te quedes esperando, créalo.
8. Empiezas a sentir ansiedad o tristeza y no tienes claro a que atribuirla
La ansiedad y la tristeza son señales de alerta que manifiesta tu organismo para decirte que algo no va bien. Y te aseguro que no van a callarse hasta que no les prestes atención.
Si a pesar de sentirte mal sigues con tu vida como si nada pasara, este malestar va a ser cada vez mayor, o en el peor de los casos se va a mantener al mismo nivel hasta que te acostumbres a él y pases el resto de tu vida en una cómoda infelicidad. Y eso no es lo que quieres ¿verdad?
9. Hay algún aspecto importante de tu vida que lleva tiempo sin ir bien
Si hay algo que lleva tiempo sin marchar como debería, ha llegado el momento de hacer algo al respecto. Si no estás a gusto en tu trabajo, no eres feliz con tu pareja o tu negocio lleva mucho tiempo teniendo pérdidas, déjame decirte que tu situación no va a cambiar si sigues haciendo lo mismo que hasta ahora.
10. Lo que haces ha dejado de llenarte
Las personas cambiamos mucho a lo largo de nuestra vida. Es posible que lo que hace unos años te hiciera feliz ya lo no haga.
Si con 18 años elegiste estudiar derecho es probable que cuando acabes la carrera ser abogado ya no te haga feliz, o si antes te apasionaba tocar el piano es probable que con el paso del tiempo ya no te apetezca hacerlo.
No te fuerces a seguir haciendo lo que antes te gustaba, si lo que haces ya no te llena. ¡Comienza a hacer cosas diferentes!
En definitiva lo que pretendo decirte con este artículo es que la vida fluye, no es estática sino que todo está en continuo movimiento. Así que lo mejor que puedes hacer es fluir con ella, sino corres el riesgo de pasar toda tu vida intentando agarrarte a algo estático, mientras todo tu alrededor cambia.
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