¿Sabéis que desde hace tiempo tenemos una sección especial llamada 100% Novato? En ella, subiremos tutoriales y cosas relacionadas con la repostería y las manualidades y, como este es el Especial de San Valentín, ¿quién no quiere saber hacer una rica tarta, siguiendo una receta típica británica. ¡Pues nadie, claro! Todos queremos probar al menos un trocito de un dulce, y creednos, este estaba buenísimo. Hemos seguido la receta (algo más grande) del Victorian Sandwich que aparece en el genialoso libro de repostería "Salvada por los Pasteles", de Marian Keyes. Si no lo tenéis en casa, os recomiendo que lo compréis, porque es un libro de obligada lectura. Además, para la cubierta de buttercream, hemos seguido la receta de Alma Cupcake. Quedó riquísima, os lo podemos asegurar. Ahora que ya sabemos lo importante, vamos a por la receta :) ¡Tened preparado el horno, vamos a cocinar!
Antes que nada, tengamos en cuenta que esta tarta está dividida en 2 apartados importantes que vamos a ver por separado: el bizcochón y la cubierta. Por cierto, como podréis comprobar, esta receta la podéis encontrar también en el fansite en español de Yamada Ryosuke, administrado por nuestra querida Kanon :)
Bizcochón
Esta tarta (que, por cierto, se llama Vintage Sponge Cake) se hace con ingredientes que todos tenemos en casa. Vamos, un domingo cualquiera, podéis coger esta receta y empezar a experimentar en la cocina. Primera regla de oro: no tengas miedo. Los pasteles no muerden, sólo engordan ;)
UTENSILIOS QUE VAS A NECESITAR
- Molde de aluminio, preferiblemente desmoldable (con enganches)
- Papel para hornear (¡¡no vale el papel de aluminio!!)
- Batidora eléctrica o batidor manual
- Cuchillo grande para partir el queque en dos
- Colador
INGREDIENTES
*Todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente*
- 250gr de mantequilla (da igual si tiene sal o no)
- 250gr de azúcar blanca (de la normal)
- 275gr de harina (sin levadura)
- Esencia de vainilla o, 1 ramilla de vainilla
- 5 huevos medianos
- 1 sobre de levadura
MODO DE PREPARACIÓN
1) Cogemos el molde y untamos los lados con mantequilla (para que no se pegue) y recubrimos el fondo con papel de hornear (así evitaréis desastres).
2) Precalentamos el horno a 140º (y seguimos haciendo nuestras cosas mientras se calienta).
3) Vertemos la mantequilla y el azúcar en el bol y lo mezclamos todo hasta obtener una crema pegajosa y blanquecina (si tenéis batidora eléctrica, mezclar a velocidad media durante 4 o 5 minutos).
5) Añadimos los huevos lentamente: CUIDADO, tenéis que añadirlos uno por uno, sin dejar de batir. Si veis que se corta la masa, no os preocupéis, añadid unas cucharaditas de harina y seguid batiendo. Dejaremos de batir cuando los huevos hayan sido totalmente absorbidos por la masa.
6) Agregamos la vainilla. Si tenemos vainilla en ramas, le hacemos un tajo de pies a cabeza y la destripamos poquito a poquito para sacar la semillita.
7) Agregamos la harina tamizada (pasada por colador), el sobre de levadura y seguimos mezclando.
8) Ya tenemos la masa hecha. Ahora la vertemos dentro del molde y la repartimos bien con una espátula.
9) Metemos el molde con la masa en el horno, y lo dejamos hornear a 140º durante una hora. Cada horno es un mundo, pero podéis ir verificando el estado de vuestro bizcochón con un palito: si al clavar el palo en el queque, éste sale limpio, significa que ya tenemos un bizcochón buenísimo.
10) Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar durante 10 minutos o más. Finalmente, lo desmoldamos con cuidado.
11) Lo partimos a la mitad y lo rellenamos de lo que queramos (mermelada de frambuesa, nata con mermelada, nocilla, chocolate, etc, etc).
Cubierta
Esta parte es totalmente opcional ya que el verdadero Vintage Sponge Cake no lleva cubierta. Sin embargo, os la recomiendo muchísimo. ¡Os chuparéis los dedos que no habrá mañana! Si optáis por hacer la cubierta, hay que tener en cuenta que se trata de una buttercream (crema de mantequilla) muy, muy pero que muy dulce. Si no os gusta taaaan dulce, podéis bajar la cantidad de azúcar glas. ¡Vamos allá!
UTENSILIOS QUE VAIS A NECESITAR
- Batidora eléctrica o batidor manual
- Espátula
INGREDIENTES:
*Todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente*
- 165gr de mantequilla
- 90ml de leche semi-desnatada
- Esencia de vainilla o 1 varilla de vainilla
- 750gr de azúcar glas
- Colorante en pasta (podéis usar colorante líquido, pero no es muy recomendable).
MODO DE PREPARACIÓN:
1) Batimos la mantequilla y la leche.
2) Metemos la mitad de la azúcar glas (tamizada) junto a la vainilla y mezclamos hasta que quede una mezcla homogénea de color claro.
3) Añadimos el resto de azúcar glas poco a poco, hasta tener una crema de consistencia muy cremosa.
4) Echamos el colorante (yo usé colorante VAHINÉ líquido, porque era lo que tenía a mano, 6 gotitas).
5) Seguimos batiendo hasta tener una crema del color que hayamos elegido.
6) Aplicamos rápidamente la crema encima del bizcochón (que ya estará cortado en la mitad y rellenado de lo que hayáis escogido) porque si esperamos, empezará a endurecerse. Con ayuda de una espátula, repartimos homogéneamente la crema en los alrededores y la cumbre de nuestra tarta.
7) Si tenemos fideos de colores, de chocolate, chips, o hasta mini oreos, podéis usarlo para adornar vuestra tarta. En mi caso, cogí unas gotas de chocolate que estaban riquísimas.
8) Dejamos enfriar en la nevera todo el tiempo que la tentación os lo permita.
¡¡Y ya hemos acabado!!
¿Qué os ha parecido este increíble pastel, perfecto para celebrar San Valentín? No tiene desperdicio. En casa duró solamente ¡un día! Ni siquiera llegó a 24 horas y sólo somos 4 personas. No dejamos ni las migas. El bizcochón, a parte de ser un queque que no se caracteriza por "subir" demasiado, no se endurece en la nevera ni tampoco se reseca, no necesitáis remojarlo con leche ni nada parecido. Si escogéis como relleno la mermelada, fresquita y dulce, os quedará una tarta inolvidable (además de que eso remojará aún más el bizcochón). La buttercream, por exceso de azúcar glas, os quedará con una consistencia un tanto grumosa, pero no os preocupéis. ¡Estará riquísima igual!