Hoy aprovechamos para volver a visitar bandas que ya han pasado por el historial del blog. Desde que colgamos aquella revisión de “True” de la banda emblemática del movimiento neorromántico del pop británico Spandau Ballet, han sucedido muchas cosas, la mayoría asombrosas. La principal es la reunificación del grupo, tras casi 2 décadas de separación, con los 5 componentes originales; no podemos dejar de lado que los 3 miembros que no eran los hermanos Kemp ya habían hecho cosas juntos, buscando el espíritu de la banda.
Otro aspecto destacable es el inminente lanzamiento de un nuevo disco. Lejos de parecerse a los retornos de bandas como The Police, que se juntaron para hacer una gira, pero sin grabar nuevo material, los Kemp y compañía han decidido volver a la carga con nuevo material. Ahora bien, que la calidad esté cercana o al menos no muy lejos de obras como la que hoy vamos a revisar, es arena de otro costal. “Once more”, single de adelanto, de momento me ha dejado frío, ya que es una balada de corte maduro, pero sin los distintivos pop que definían a la banda en los años 80, y solo destaca ese saxo final a cargo del inestimable Steve Norman.
Hace ya más de un año afrontamos la revisión del 3er. álbum de la banda “True”. Aquel disco, aparte de incluir una serie de canciones pop inolvidable y de una elegancia exagerada, suponía la partida de Spandau Ballet desde sus orígenes new wave algo más experimentales, para confirmar su enfoque comercial, el cual se veía ya en algunos detalles de sus primeras obras.
“Parade” prosiguió la estela creada por “True”. Se trata de un álbum gemelo de aquel disco que tenía en su track list a “Gold” o “True”, aunque hay que destacar que si cabe es mucho más elegante que su predecesor, alcanzando unos niveles románticos y galantes brutales en canciones como “With the pride”, la favorita del creador de casi todos los temas de la banda, Gary Kemp.
Igualmente este disco de 1984 regaló otro podio en los charts británicos, con “Only when you leave”, que hizo cima llegando al nº3 de los singles más vendidos. El sencillo clip grabado en estudio, en el cual el cantante Tony Hadley encarna a un galán que se mueve en los ambientes más selectos, como en los palcos de una ópera (o al menos así entiendo esa representación), termina de confirmar al grupo como una banda de pop seductor, derivado de un soul blanco que tan criticado fue por los gurús indies de la época como Morrissey, McCulloch, Weller y otros tantos personajes que, por otro lado, también admiro.
Con este panorama, la banda cumplió su primer año sin nuevo disco en 1985. Es evidente que al haberse convertido en un grupo con una amplia legión de seguidores, en su mayoría del género femenino, la banda se vio envuelta en una gira mundial interminable y arrolladora en numerosos pabellones “arena” a lo largo de todo el planeta.
El grupo quiso con el disco que hoy revisaremos “Through The Barricades” de 1986, dar un giro a su sonido. Sin dejar de lado el enfoque romántico y seductor de sus letras y su sonido, apoyado de forma inestimable en el vozarrón del cantante Tony Hadley, este quinteto británico buscó darle un enfoque más rockero a las canciones. Los ajustes consistieron en endurecer el sonido de las guitarras y volver más frenéticas las notas de teclado que adornaban las canciones.
En el apartado estético, el grupo también se quitarían los trajes de alta costura y las corbatas, para ponerse abrigos o chupas de cuero, y también dejarían el corte clásico de sus peinados, para lucir con más gomina y con pelos de punta, aunque sin exagerar demasiado estos aspectos. Quizás todo esto derive de lo que ya he apuntado en otras revisiones de mitad de la década, de bandas que empezaron a comienzos de los 80, aquello de que los grupos tendían a normalizar su sonido, dejando de lado las marcas principales que les habían definido en los albores de sus carreras.
“Through The Barricades” es un disco estupendo. Yo tuve la suerte de conocerlo de una forma bastante curiosa, ya que me hice en primer lugar con el disco en directo “Live From The Nec”, que es un perfecto ejemplar de la gira promocional del disco, en el cual se incluyen en el doble cd todas las canciones a excepción de la “Intro”. Decirles que es quizás uno de los 5 mejores discos en directo que he escuchado en mi vida. Lo que hice, fue seleccionar las canciones de “Through The Barricades” que formaban parte del set-list y grabarlas en la cinta de cassette que llevo en mi coche, para ir conociéndolas mientras conducía, ya que el resto ya las había escuchado al disponer de los discos anteriores de estudio de la banda. Aquel noviembre/diciembre de 2005, aluciné con la potencia e intensidad de las canciones que formaban parte de “Throught The Barricades”, más allá de los singles conocidos, que fueron la canción título y “Fight for ourselves”.
Un año más tarde, en noviembre de 2006, adquirí el disco de estudio original al nada desdeñable precio de 5,95 eur. en Fnac Callao. La verdad es que tuve suerte de encontrar un ejemplar que aún tenía dicha pegatina de oferta puesta, ya que era el único que quedaba con la misma y en la caja marcaba su precio normal de 10,95 eur. Es lo que tiene haber trabajado durante algún tiempo en el El Corte Inglés en el departamento de música...
He de advertir que las versiones de estudio pierden intensidad respecto al excelente disco en directo, pero igualmente el cuerpo de las mismas es semejante y son excelentes. Normalmente pasa a la inversa, es decir, que me gustan más las canciones retocadas en estudio, y me da la impresión de que en directo las bandas pueden hacerlas menos atractivas (me pasa con casi todo el mundo), pero con Spandau y con el “101” de Depeche Mode me sucede al revés.
Creo que como introducción ya está bien por hoy, con lo que vamos a pasar a analizar este estupendo disco del grupo, que a la par sería su último trabajo reconocido y exitoso. Esto se debe a que “Heart Like A Sky”, sin dejar de ser un disco aceptable, es cierto que baja el nivel y además en aquellos días la banda ya se encontraba en proceso de desintegración.
Una de las características de la obra que hoy analizamos es la alternancia de emotividad, intensidad y seducción. Para comenzar se nos dispone la “Intro” de “Through the barricades”, en la que de forma instrumental, se nos presentan los acordes iniciales de la versión definitiva, sobre unos efectos sonoros de la producción, asemejando el sonido de un bombardeo. Preciosa forma de empezar. Sin dejar siquiera un segundo para recuperarnos de ese sonido nostálgico y entrañable de esta preciosa “Barricades - introduction”, se nos dispone la rockera e intensa “Cross the line”. Aquí vemos el cambio sonoro del grupo en lo referido al endurecimiento de los acordes de la guitarra eléctrica y la melodía también aguerrida por parte de Steve Norman al saxo. También hay momentos emotivos en la entonación de Tony Hadley al micrófono; por ejemplo en un impass de unos segundos, en los que el sonido se endulza, Tony nos dice cosas como “madre acércate a mi, coge esta mano, ahora estoy asustado. Madre acércate a mi, estoy sangrando”. Tras terminar de cantar estos versos, entra un potente redoble de batería por parte de John Kebble y nuevamente la abrasiva guitarra de la canción. Destacables son los coros que acompañan a Tony en la parte del estribillo. Excelente forma de continuar con la obra o, mejor dicho, iniciarla tras la intro. Igualmente se trata de la canción de apertura de ese genial concierto “Live From The Nec”. “Man in chains” es otra canción de corte rockero con una guitarra vibrante y una línea de saxo acelerada muy importante. Hadley se muestra bastante agresivo en el apartado vocal, de forma que le da el carácter que se merece la canción debido al significado de la letra. Turno ahora para la dulzura. “How many lies” es la balada por excelencia del disco. Con unos coros cercanos al gospel más suave y sacro en el inicio, se da paso a un cálido Tony al micrófono, que vuelve a disponer de momentos de tremenda gloria en el estribillo del corte: “¿cuántas mentiras debemos decir?, ¿cuántas mentiras debemos ver?, ¿cuántas veces debemos decir que es por nuestro bien, y dejar la verdad como una casualidad?”. Personalmente me encantan esos coros finales que tararean esos “doo doo da da, doo doo da da, doo doo da da”, envueltos por el elegante saxo de Steve Norman, pero sobre todo en la versión en vivo del “Live From The Nec”.“Virgin” es otro tema de intensidad, destacando aquí los acelerados teclados que tiene. Existen partes dentro de la interpretación vocal de Tony que resultan irresistibles, como el inicio cuando nos dice eso de “te podría contar un cuento de hadas, coger tu mano, oh tan pequeña y frágil...” o partes tan galantes como “podría darte seguridad, proteger tus ojos de los que ves, pero no te puedo dar una garantía de perder o ganar”. Nuevamente los coros juegan un papel importantísimo, complementando estupendamente a este cantante, que sin ningún lugar a dudas, es para mi uno de los mejores que nos regaló la década de los 80 y la historia de la música. A continuación se nos presenta uno de los singles promocionales de la obra. “Fight for ourselves” es una canción que destaca por ese estribillo con los coros tan potentes y bulliciosos que incluye. En mi opinión es quizás la canción más floja del disco, a pesar de que fue escogida como single. Otra cosa, es que normalmente a la gente le suele agradar, demostrando que una vez más marcho a contracorriente respecto a las masas. “Swept” es el otro momento baladístico del disco, junto a la emocionante “How many lies”. He de decir que al principio no le encontraba la gracia, pero a día de hoy he llegado a cogerle el gusto a esta canción y al pegadizo ritmo de la entonación del estribillo que realiza Tony a la voz. Si la siguiente “Snake and lovers” podría haber formado parte de “True”, debido a su sonido, diría que “Swept” tampoco hubiera desentonado en el disco que precede al que hoy revisamos, el “Parade” de 1984. Otra canción bonita, y que nos deja un buen sabor de boca sin precisar de realizar alardes excesivos. “Snake and lovers” es quizás la canción de pop más mediano e inofensiva del disco. De no ser por los coros tan característicos que están jalonados en casi todas las canciones del álbum, como ya he dicho antes, se le podría haber hecho un hueco sin ningún problema en el disco “True”. Y llegamos al final de esta fabulosa obra pop. “Through the barricades” es una canción emotiva hasta decir basta. El sonido de las notas de teclado, la guitarra, el saxo, la voz de Tony... todo está dispuesto de forma que se pone el vello de punta. El final instrumental de la canción podría ser la banda sonora perfecta para películas como “Qué Bello Es Vivir”. Debido a que compré “Live From The Nec” en noviembre de 2005, (al mismo tiempo que me hacía con “Playing The Angel” de Depeche Mode, que también estuvo en mi cassette del coche en aquellos días, y el “Concert-Live” de The Cure) y el disco en sí que hoy revisamos en noviembre de 2006 (junto al single “Martyr” de Depeche Mode y el recopilatorio en edición bolsillo de Inxs), le confiero al lp “Through The Barricades” un sonido muy navideño, por coincidir en gran parte la llegada de esas fechas con las que compré los 2 ítems señalados. No obstante, el corte tan emotivo de “Barricades - Introduction”, de “How many lies” y de la canción que titula la obra, también ayudan mucho a esa percepción.
“Through The Barricades” fue un disco exitoso en conjunto, ya que los singles no llegaron a escalar tan alto en las listas de los sencillos más vendidos, como habían hecho con anterioridad canciones como “Gold”, “Only when you leave” o “True”. El grupo volvió a disponer de una gira multitudinaria mundial y vivieron esos días como un fenómeno de masas.
El aspecto triste de todo esto, reside en el inicio del camino descendente (qué habitual es esta expresión en el blog últimamente), que desencaminó en la separación del grupo tras el lanzamiento de su última obra “Heart Like A Sky”. Será que en esta época me está dando por afrontar la parte más melancólica de la historia de los grupos, que es la que precede al ocaso de las bandas.
Es difícil de asegurar, pero casi podría decirles que nos encontramos ante la obra más completa de Spandau Ballet, ya que “True” mostraba ciertos puntos de inconsistencia y “Parade” quizás tenía un enfoque demasiado maduro en sus baladas. Como ya he reseñado, la potencia de las canciones que incluye la obra, se pone de manifiesto en las estupendas versiones en directo que salieron a la luz con la afortunada edición de ese doble disco en directo del invierno de 1986 titulado “Live From The Nec”.
En la portada, se ya se veía el cambio de imagen del grupo, con esa mayor modernidad en su aspecto, rompiendo con el clasicismo del que habían hecho gala durante los 3 años anteriores. Igualmente, vuelve a suponer una portada con una foto del grupo como protagonista de la misma, cosa que no se hacía desde aquel “Diamond” de 1982.
Este disco supuso una enorme gira mundial y una fuerte promoción comercial, que hizo que el grupo no retornara al estudio hasta pasados 3 años. No obstante, para entonces, los hermanos Kemp tenían en mente otras cosas que no se correspondían ni con Spandau Ballet, y ni siquiera con el mundo de la música. Quizás eso hizo que “Heart Like A Sky” no pase de ser un disco decente en lugar de la estupenda obra que pudo ser. Canciones excelentes como “Crashed into love” o “Empty spaces” quizás merecían haber sido mejor tratadas en estudio, para haber conseguido un mejor resultado final. No considero un single adecuado igualmente aquel “Raw”, aunque “Be free with your love” sí que sonó algo más amable y bailable.
El caso es que “Through The Barricades” es un disco solemne. Es más que adecuado para escuchar durante las próximas semanas, en esos días en los que se van poniendo las luces navideñas y en los que el frío nos va acosando de forma tal que nos obliga a abrigarnos hasta el tope máximo del año. La única pega que le podemos sacar y que ustedes habrán adivinado tras llegar al final del artículo, es que la producción del disco no es muy allá que se diga, al sonar mucho mejor las canciones en el disco en directo de la banda que en el estudio. ¿Qué le vamos a hacer?
Les diría que acudan al concierto que estaba previsto para este jueves 12 de noviembre, retrasado hasta el 15 de marzo del próximo año en el Palacio Vistalegre; no obstante, los 54,10 eur. que cuesta la entrada, no es lo que se suele llamar un precio amigo. Por eso mismo, más que nunca, disfruten de canciones tan excelentes como “Cross the line”, “Virgin” o la soberbia balada “How many lies” al margen de las canciones que probablemente ya conozcan de la obra (“Through the barricades” y “Fight for ourselves”). Espero que al escucharlo, se lleven una sorpresa tan grata como la que yo me llevé. Saludos y hasta la próxima semana.