Vamos ahora con una lista de grandes discos de power metal, un subgénero que comenzó a popularizarse a finales de la década de los 80, pero que en los 90 logró explotar definitivamente.
Helloween - The Keeper Of The Seven Keys II (1988)
La saga Keeper debería ser juzgada como un todo, de hecho iba a ser publicada como un álbum doble, pero finalmente optaron editarlo por separado. Es cierto que la primera parte es la que inicia el cambio que les lleva a ser reconocidos como uno de los grandes nombres del power, pero la segunda de ellas, a pesar de ser continuista y utilizar los mismos ingredientes, incluye himnos clave como la estupenda "I Want Out", la veloz "Eagle Fly Free" y la festiva "Dr. Stein". La saga Keeper es un paso adelante en el tratamiento de la melodía dentro del grupo, en parte por la incorporación de Kiske a las voces.
Edguy - Hellfire Club (2004)
Con Vain Glory Opera lograron ese paso adelante que los convirtió en unas firmes promesas del power metal. A partir de ahí fueron puliendo defectos e incorporando pequeñas novedades en su música hasta llegar a Hellfire Club, un álbum en el que sin despegarse del potente power europeo, revistieron la coraza de sus composiciones con una capa de hard rock. "Don't Piper Never Dies" es uno de los mejores ejemplos de lo que indico, al igual que la desenfadada "Lavatory Love Machine" y el fantástico single "King Of Fools". La coraza metálica y veloz se mantiene en trallazos como "Mysteria".
Gamma Ray - Land Of The Free (1995)
Cuando Kai Hansen abandonó Helloween, rápidamente formó Gamma Ray para dar rienda suelta a su creatividad musical. En un principio contó con el vocalista Ralf Scheepers, pero a partir de este disco se encargó de las guitarras y voces principales, demostrando una amplia mejora en su técnica de canto. Land Of The Free está considerado como uno de los mejores discos del grupo, siendo realmente veloz, potente, y con claras influencias progresivas. "Rebellion In Dreamland", "Man On A Mission" o la propia "Land Of The Free" son canciones destacadas dentro de un álbum capital del subgénero.
Kamelot - The Black Halo (2005)
La banda estadounidense llevaba unos años destacando gracias a álbumes magistrales como Karma o Epica, pero para cuando llegó The Black Halo, muchos se tuvieron que rendir al talento de sus músicos, al crear una obra robusta con muchísimos matices que lo hicieron realmente interesante, y en el que se narra la segunda parte del Fausto de Goethe. Contaron con la colaboración de gente como Shagrath, Simone Simons o Marine Youngblood, pero los verdaderos protagonistas son el guitarrista Thomas Youngblood y Roy Khan, un vocalista fuera de serie capaz de cautivar a cualquiera con su técnica vocal.
Riot - ThunderSteel (1988)
Tras un período de cinco años en el que la banda permaneció disuelta, Mark Reale reformó Riot con nuevos integrantes como el vocalista Tony Moore, el bajista Van Stavern y el batería Bobby Jarzombek, y con ellos publicó ThunderSteel. El resultado fue realmente impresionante, alcanzando una importancia vital e incluso para muchos, igualando aquella obra maestra titulada Fire Down Under. Lo cierto es que aquí la propuesta musical resulta mucho más metálica y veloz, de ahí su asociación al power/speed metal. La canción homónima resume perfectamente el endurecimiento de la propuesta. Running Wild - Death Or Glory (1989)
Running Wild, banda liderada por Rolf Kasparek, o lo que es lo mismo Rock 'n' Rolf, llevan más de 30 años publicando álbumes de estudio, lo que viene a indicar que estamos ante uno de los nombres más longevos del llamado power metal europeo. Tienen la singularidad de ser uno de los primeros grupos que incorporaron la temática pirata en su propuesta. Death Or Glory es su quinto álbum de estudio, el cual mejora la propuesta de los ya de por sí magistrales Under Jolly Roger y Port Royal. "Riding The Storm", "Marooned", "Bad To The Bone" o "Tortuga Bay" son algunos de sus cortes más destacados.
Avantasia - The Metal Ópera (2001)
Este proyecto de ópera metal liderado por Tobias Sammet donde cuenta con numerosos vocalistas y músicos invitados interpretando magistrales composiciones de power metal y heavy clásico, fue una sorpresa agradable por su calidad y dedicación. La semilla de todo lo que vino después con Avantasia está aquí, en canciones aceleradas como "Reach Out For The Light", en la sonoridad épica de "The Glory Of Rome" y "Sign Of The Cross", en la inmediatez de "Avantasia", y en la belleza de "Fairytale". A partir de aquí, el también líder de Edguy fue adquiriendo un estatus mayor dentro del metal.
Falconer - Falconer (2001)
Formación sueca formada a finales de los años 90 y que debuta precisamente con este disco homónimo, el cual se convirtió pronto en un referente del power metal escandinavo, a pesar de no contar con la popularidad de bandas como Hammerfall. Las canciones son veloces y potentes, e incorporan elementos propios del folk metal. Canciones como "Upon The Grave Of Guilt", "Mindtraveller" o la magnífica "Lord Of The Blacksmiths" son capitales y se ven potenciadas por las voces de un indispensable Mathias Blad que, tras dejar la banda años más tarde, regresó en 2005.
Angra - Temple Of Shadows (2004)
Los brasileños Angra gozaron de buena reputación en la década de los 90 y a principios de los 2000. En su momento, el debut Angels Cry logró la atención de un buen número de oyentes de power metal gracias a su frescura y a un puñado de buenas canciones que lo convirtieron en un clásico de la banda. Eso cambió con el drástico cambio de formación que se produjo en 2001, incluyendo la llegada del vocalista Edu Falaschi, y es que con Rebirth avisaron, pero con Temple Of Shadows lograron superar la calidad de aquel gracias a un sonido poderoso no descuida en ningún momento las melodías.
Stratovarius - Visions (1997)
Uno de los grupos con más nombre del power metal, pero es una fama que se han ganado con todo merecimiento gracias a discos como este Visions, que contiene temas tan importantes para la banda como "The Kiss of Judas", "Black Diamond" y "Before the Winter". Todos y cada uno de los músicos mostraron aquí una gran destreza a sus respectivos instrumentos, destacando por encima de todos al guitarrista Timo Tolkki, también principal compositor, y por supuesto las geniales interpretaciones de Kotipelto. Actualmente intentan reflotar la nave con una formación bastante diferente.
Nightwish - Century Child (2002)
Century Child acumula tres discos de platino en su Finlandia natal, y eso habla a las claras del camino que ha abierto para Nightwish este álbum. La combinación de power metal con elementos sinfónicos junto a una voz operística les reportó seguidores en toda Europa. Canciones como la inicial "Bless The Child", la épica "End Of All Hope", la progresiva "The Beauty Of The Beast" y la melódica "Dead To The World", junto a las reposadas "Forever Yours" y "Ocean Soul", constituyen una columna vertebral ejemplar. Después, con Once, multiplicaron ventas y comenzaron a sonar en los Estados Unidos.
Masterplan - Aeronautics (2005)
El disco debut de Masterplan ya había sido un auténtico pelotazo, pero en este segundo trabajo nos ofrecen además una historia conceptual muy interesante. En aquel momento, la formación procedente de Alemania contaba en sus filas con un vocalista consumado como el noruego Jorn Lande, lo que les daba más posibilidades a la hora de componer. Canciones como "Crimson Rider", la estupenda y elegante "Back For My Life" o la acelerada "Wounds", son maravillas dentro de un trabajo en el que todo está absolutamente medido. En la actualidad y tras bajas importantes, el nivel no es el mismo.
Iced Earth - Something Wicked This Way Comes (1998)
A caballo entre el power metal estadounidese y el thrash, Iced Earth han ido forjando una carrera que en la década de los 90 era absolutemente abrumadora. En sus primeros trabajos priorizaban la potencia por encima de la melodía, sin embargo a partir de The Dark Saga comenzaron a cuidar mucho más esa faceta y en el álbum que nos ocupa encontraron un equilibrio perfecto. Comandados por las guitarras y el cerebro de Jon Schaffer y las voces de Matt Barlow, consiguieron potenciar los resultados en temazos como "Melancholy (Holy Martyr)", "Disciples Of The Lie" y "Watching Over Me".
Firewind - The Premonition (2008)
La banda liderada por el guitarrista Gus G publicó en 2008 el que para mí es su es su mejor álbum. The Premonition cuenta con una buena producción en la que todos los instrumentos están muy presentes y suenan con contundencia. Las guitarras de Gus y Katsionis son excelentes, pero la base rítmica resulta imponente y demoledora. Además, las voces de Apollo están a muy buen nivel, y eso facilita mucho la labor a la hora de componer. Del álbum sobresalen la potente "Head Up High", el single "Mercenary Man", el medio tiempo "My Loneliness", y por supuesto el cover del "Maniac" de Sembello.
Sonata Arctica - Eclíptica (1999)
Los finlandeses Sonata Arctica llegaron en el momento justo en que el power metal europeo estaba comenzando a explotar definitivamente, lo que hizo que el mercado se saturase con bandas de una propuesta similar. Dentro de la nueva hornada, aportaron su granito de arena gracias a discos tan bien ejecutados como Ecliptica, con el que asombraron gracias a un sonido fresco y a un puñado de buenas canciones como "Fullmoon", "Kingdom For A Heart", "My Land" o la preciosa balada "Replica". Mantuvieron el nivel durante tres álbumes más, a partir de ahí, la falta de ideas ha sido una constante.
Rhapsody - Simphony of Enchanted Lands (1998)
El segundo disco de la banda italiana supuso un gran empuje para Rhapsody, quienes acostumbran a engalanar sus composiciones con elementos orquestales. Han tenido problemas con el nombre, lo que les ha obligado a cambiarlo por Rhapsody of Fire. Aquí nos encontramos con temazos de la talla de "Emerald Sword", uno de los más importantes de su carrera, pero también con la melódica "Wisdom Of The Kings", la cual desliza ciertos aires folk; y por supuesto con la monumental balada "Wings Of Destiny", donde Fabio Lione nos regala una interpretación magistral.
Virgin Steele - Invictus (1998)
A pesar de que en su título no hay relación directa con la saga The Marriage Of Heaven and Hell, se puede decir que Invictus es la tercera entrega de la misma. Sin embargo, en esta ocasión la sonoridad tiene más que ver con el power metal americano que con el heavy metal clásico, eso sí, sin olvidar la épica, las ambientaciones barrocas y las preciadas melodías. Así pues, nos encontramos con cortes acelerados como la homónima y áspera "Invictus" o la pegadiza "Through Blood And Fire", pero también con exquisiteces de inclinaciones progresivas en "Mind, Body, Spirit" y "A Whisper Of Death".
Blind Guardian - Nightfall In Middle Earth (1995)
Tras una épica portada se esconde un álbum majestuoso en sonido que se acompaña de diversos pasajes narrados. Los ya veteranos Blind Guardian comenzaron a llamar la atención con el tercer álbum Tales From The Twilight World, sin embargo, la explosión definitiva llegó con Imaginations From The Other Side y el posterior Nightfall In The Middle Earth, precisamente el que he elegido para la ocasión. Lo he hecho por su producción y creatividad en temas como "Into The Storm", "Nightfall", "Mirror, Mirror" o "The Curse Of Feanor", los cuales despertaron a miles de oyentes de toda Europa.
Lost Horizon - A Flame To The Ground Beneath (2003)
El grupo sueco Lost Horizon tan sólo ha publicado dos discos en su carrera y ambos están muy bien considerados entre los fans del power metal. Tras el álbum debut afianzaron su propuesta en este A Flame To The Ground Beneath. Varias composiciones como "Lost In The Depths Of Me", "Cry Of A Restless Soul" y "Highlander (The One)" superan los ocho minutos de duración, siendo un buen ejemplo para destacar esa combinación de power metal europeo con desarrollos progresivos donde muestran su talento y creatividad sin caer en un virtuosismo frío. Una lástima el cese en su actividad.
Powerwolf - Lupus Dei (2007)
Al principio no parecía que se les tomase demasiado en serio a la banda de Saarbrücken (Alemania), pero con el tiempo fueron demostrando que tras esa imagen exagerada y la temática de sus letras, había un grupo de músicos dispuestos a mostrar su talento. Pues así hicieron desde su segundo álbum Lupus Dei, donde dejaron claro que no iban a dejar escapar la oportunidad de embelesar al oyente con estribillos precisos e irresistibles como los de la formidable "Saturday Satan", el potencial himno "We Take It For The Living", la densa "Prayer In The Dark" o la potente "In Blood We Trust".