El año pasado llovió mucho por estas fechas y este año, ¡pues lo mismo! Celebramos su cumple con amigos el 27 por la tarde y, entre que ya a esas horas es de noche y, entre que llovía a mares, pues jugaron al fútbol lo que pudieron.
Pero, voy por partes que me aturullo y adelanto los acontecimientos.
Como os decía el año pasado no lo celebró y este año, no quería que le ocurriera lo mismo. Así que, una madre me habló de Fundaland y yo, que soy muy obediente, rápidamente lo miré por internet y al ver que tenían fútbol y tiro con arco como actividades para la celebración de cumpleaños, no lo dudé y, con alrededor de mes y medio, contraté el cumple del niño con ellos.
vía www.fundaland.es
Sin embargo, como una es un poco desastre, no me acerqué a ver sus instalaciones hasta el mismo día del cumple. Y, tampoco conocía a nadie que hubiese celebrado allí algún cumple y me pudiera hablar, bien o mal, del sitio. Solo tenía la referencia de esta madre que había intentado celebrar allí el cumpleaños de su hijo y no pudo porque las fechas estaban cogidas.
Total, que allí que nos presentamos mi marido y yo con nueve niños dispuestos a jugar al fútbol sí o sí bajo una manta de agua increíble.
Lo primero que me llamó la atención es la amplitud del sitio y lo bonito que lo tienen puesto y eso que, vuelvo a repetir, llovía a mares y era noche cerrada. Es un sitio muy cuco y coqueto con un estupendo campo de fútbol y un lugar específico para el tiro con arco. Además también cuentan con una cocina para niños y niñas con aficiones culinarias y como no, unas colchonetas estupendas para aquellos con gustos más tradicionales y saltimbanquis. O para los más cabras, un estupendo rocódromo. Tiene también huerto y una especie de hangar/garaje donde merendaron poco, porque los niños tampoco quieren merendar, quieren jugar ¡y punto!
vía www.fundaland.es
Además, es muy cómodo para los padres del celebrante porque, vienen dos monitoras (tremendamente simpáticas y agradables) y se encargan de ellos durante las dos horas y media que dura el cumpleaños.
Los niños lo pasaron bomba. A ratos jugaban al fútbol cuando la lluvia les daba tregua y, cuando no, tiraban flechas o saltaban como locos en las colchonetas.
Fue un cumple muy agradable para nosotros y divertido y feliz para ellos, que es lo más importante. Como única pega, que tuve que pagar doce niños aunque sólo fueron nueve. Es una norma del sitio que como mínimo tienes que pagar doce niños aunque sean menos.
A los once años, los niños ya no invitan a toda la clase, sólo a sus mejores amigos así que, me cancelaron tres y me tocó pagarlos igualmente. ¡Qué se le va a hacer!
Aun así, con todo y con eso, probablemente me anime a celebrar el cumple del pequeño allí. Será en mayo y seguro que podremos disfrutar mucho más de las instalaciones y del sitio y espero que, ¡del buen tiempo! Y ¡podré hacer mis propias fotografías!
¿Cómo celebráis los cumples de vuestros hijos?¿Cansadas ya de los sitios de bolas?