23% de IVA

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En esta orilla yo no hago pie

Los Enemigos

Esta noche soplaba el viento, sí, y después de un no, vino la encerrona. Un poco más de vino acompañó a la política. Si en algún momento creíste en la democracia es que no has bebido en este bar, donde no hay ni voz ni voto, donde se comentan las leyes de hoy, los recortes del Consejo de Ministros. Y te desesperas. Ya no importa la música, a mí me ha importado más bien poco, pero me quedan los discos. Aquellas canciones que escucharé antes de besarte. Antes de morir. No quiero ser inmortal en este mar de recortes sociales, de pesadumbre insolidaria. Hemos acabado con todo. A mí, que soy un tipo con suerte, me quedan tus minutos de gloria, esas fronteras que un día traspasaremos y las tiendas de campaña. Nuestra revolución será con toallas y playa o no será, pero me niego a que pienses que no hemos luchado, que no hemos dado todo para estar en este punto, donde todo parece diluirse, donde el IVA se aplica al 23% como si realmente fuésemos europeos. No me preocupa el PP ni la sociedad que me ha traído hasta aquí por su inconsciencia. Me preocupa tu sonrisa y no perder el tiempo en invitaciones y SMS de culpabilidad extrema. Yo no quería. Yo no quise. Yo te quise. Y no sigo trabajando los verbos por si los antidisturbios se ponen gilipollas. Otra vez.