442.- "A menos que tengas mucha pasión en lo que haces no vas a sobrevivir. Vas a darte por vencido."

"Estoy convencido de que la mitad de lo que separa a los emprendedores con éxito y los que no tienen éxito, es la pura perseverancia. Es tan difícil, pones tanto de tu vida en esto, hay momentos tan duros... que la mayoría se da por vencido. No los culpo. Es muy difícil y consume gran parte de tu vida. (…) A menos que tengas mucha pasión en lo que haces no vas a sobrevivir. Vas a darte por vencido." Autor: Steve Jobs.
El presidente de Apple sabe bien, como evidencia en su frase, que uno de los secretos fundamentales del éxito es la insistencia. Perseverar cuando ya todo parece remoto o perdido y redoblar la tenacidad cuando las ganas o las fuerzas para seguir ya se han marchado.
La mayor desdicha cuando nos damos por vencidos, es desconocer, ya para siempre qué hubiera sucedido si hubiéramos seguido insistiendo. Claudicar, y aunque tengamos razones fundadas para ello, nos priva del desenlace y convierte en cenizas todo el trabajo desplegado.
Creo que cada uno de nosotros tiene en su interior un número limitado de veces con las que llamar a una puerta. Algunos, apenas unas pocas; otros unas decenas más, pero si la puerta no se abre, serán contados los que prosigan golpeando la aldaba hasta que finalmente ceda.
Paul Ehrlich era un entomólogo estadounidense de origen polaco, que ganó el premio Nobel en el año 1908 como reconocimiento a su trabajo en el terreno de la química inmunológica.
Su principal contribución a la medicina fue la teoría de la inmunidad de cadena lateral, pero también realizó importantes aportaciones en el campo de la quimioterapia, que incluyen el descubrimiento -en 1901- del compuesto ‘606’. Una preparación de arsénico, a la que él mismo llamó bala mágica, empleada en el tratamiento de la sífilis y de la fiebre recurrente. ¿Por qué ‘606’? por ser fruto de 606 experimentos... o de 605 intentos fallidos, visto de otra manera.
Este es un ejemplo de los muchos que se podrían exponer, en los que el ejercicio preciso, persistente y constante de un esfuerzo, acaba obteniendo o revelando lo que se pretende.
Abruma plantearse en cuántas de las cosas que nos hemos propuesto a lo largo de nuestra vida, hemos llegado a insistir para lograrlas hasta 606 veces. ¿Ninguna?
Reflexión final: Decía Goethe que con todas las fuerzas en contra había que perseverar y jamás doblegarse, porque mostrarse fuerte atrae el auxilio de los dioses... no sé si tanto, pero ayuda.