5 preguntas con el café de la mañana

Por Bernardo Villar Despertarse en la mañana es complicado para mucha gente. Mas allá de la fuerza de voluntad que para muchos es el solo acto de levantarse de la cama, muchas veces la cabeza está en todos lados y nos cuesta un rato y varios cafés devolvernos al mundo y ponernos en propósito. Aquí les comparto 5 preguntas que nos pueden apoyar cada mañana a retomar el camino a nuestra visión ¿Dónde está mi foco hoy?  Buena pregunta al comenzar el día. Todos tenemos mil cosas en la cabeza, pendientes y proyectos por completar, pero si no nos enfocamos en una, corremos el riesgo de no avanzar lo suficiente en ninguna. ¿Cuál es la meta que hoy voy a completar? ¿Qué es para mi "lo importante" hoy? ¿Qué sigue?  Esta pregunta tiene que ver con la creación de mi visión. Habiendo completado lo que hemos completado, ¿Qué sigue? ¿Qué es eso que no está? ¿Qué vamos a crear, no basados en nuestra creencia de lo que es probable sino basados en lo que queremos que ocurra y nuestro compromiso para manifestarlo? ¿Qué es lo que no ha funcionado? La parte más difícil: arriesgarnos a ver lo que no ha funcionado en nuestra vida, esas maneras de ser que nos aljan de lo que decimos querer. Una mirada al pasado que nos impulse al futuro. ¿Qué he aprendido de mis errores? No tomar en cuenta el pasado para crear el futuro no quiere decir olvidar lo que aprendimos de nuestros errores, sino que ese aprendizaje no nos limite sino que nos abra nuevas posibilidades de acción. Saber lo que no está funcionando en lugar de aferrarse a demostrar que se tiene razón es lo que nos lleva a poder resultados distintos en nuestra vida. ¿Qué errores estoy dispuesto a arriesgarme a cometer? El éxito conlleva el riesgo de cometer errores. Solo quien nunca hace nada nunca se equivoca. Nos equivocaremos, fallaremos muchas de las veces que intentemos crear un juego grande en nuestras vidas. Es incómodo, pero inevitable, y hay que aprender a vivir con ello y a cambiar nuestra relación con el concepto de fallo. Equivocarnos nos informa que algo que intentamos no funciona y nos abre la posibilidad de intentar otras cosas. ¿Quién te vas a arriesgar a ser hoy no importa si al final resulta ser un error? Porque igual puede no serlo.