Revista Medio Ambiente

5 preguntas mortales para los objetos “pegadizos”

Por Valedeoro @valedeoro

crema-catalanaHay algunos objetos que por una u otra razón siempre se salvan de la limpieza general pre-navideña: el aparatito para quemar la crema catalana que compré al llegar a Barcelona es uno de estos objetos. Cada vez que revisaba el armario de la cocina acababa en el montón del “quizás”. No lo había utilizado nunca, porque nunca lo había llenado de gas (y de hecho ni sabía donde podía hacer esto en España). La única vez que intenté hacer crema catalana lo había quemado con un hierro caliente. Ahora vivía en un piso con cocina de inducción, así que el hierro ya lo había regalado. Así que si quería hacer crema catalana, necesitaba el aparto este. Así que lo devolví a la despensa para acabar teniendo el mismo dilema de nuevo al cabo de un año. Por alguna razón, el aparato se escapó al lema de “si no lo has utilizado en 12 meses, por qué lo guardas”. Era pegadizo y lo llevaba en cada mudanza.

¿Cómo saber si esta relación tiene futuro?

Si el pasado no te puede ayudar a descifrar el futuro que puede (o no) tener este objeto en tu vida, es hora de analizar el futuro, y analizar significa mirar los detalles.

¿Dónde lo voy a utilizar?
“Dónde” en este caso es el lugar físico. Mi hierro para quemar crema catalana perdió su utilidad en el momento en que opté por una cocina de inducción. Por ahora, el quemador con el contenedor de gas, sobrevive hasta la segunda pregunta.

¿Para qué lo voy a utilizar?
Describe la situación exacta en la que necesitarías este objeto en particular: ¿En qué situaciones quiero hacer crema catalana? Quizás cuando vienen amigos de fuera que no conocen este postre. Pero siendo realista, prefiero llevarlos de tapas y aprovechar el contexto para que puedan probar una auténtica crema catalana autóctona.

¿Para qué lo necesito?
Aquí lo importante es pensar en las alternativas. Sí, el quemador me serviría para hacer crema catalana. ¿Pero existen otras opciones? Es posible preparar una cena para amigos que no incluya crema catalana (sin duda). Entonces, ¿para qué lo necesito realmente ?

¿Quién me preguntaría por este objeto?
Muchas personas me dicen que guardan cosas por sí alguien más lo necesita. Define exactamente quién te podría pedirlo y cuáles serían las consecuencias de decir que ya no lo tienes. Mi vecina no dejará de hablarme porque no le pueda prestar un quemador de crema catalana (espero).

¿Cuándo exactamente lo necesitaré?
“Algún día” no vale. ¿Cuándo es algún día? ¿En 2 meses? ¿En 2 años? ¿En 20 años? ¿Vale la pena mantener un quemador de crema catalana por si en 2 años me decido preparar este postre típico en una cena? Al final el espacio tampoco es gratuito y habrá que mantener el artilugio para que no deje de funcionar…

Adiós, quemador de crema catalana

Reconozco que no serviré crema catalana en ninguna de mi cenas con amigos. Si te invito a comer tendrás que aceptar helado ecológico o pastel de chocolate en vez de crema catalana casera. Pero en Cataluña tampoco es tan difícil conseguir una crema catalana estupenda en algún lugar. Así que puedo regalar mi quemador de crema catalana. Si “algún día” decido mudarme a otro país ya podré re-evaluar esta situación y conseguir otro quemador si hace falta.

¿De qué objeto pegadizo te puedes despedir hoy?


Imagen: paul goyette / flickr


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