Quedan pocos días pero aún estás a tiempo de sorprender con un sabroso regalo: Una cena en alguna de estas últimas cinco aperturas madrileñas.
SARGO (General Díaz Porlier, 57. Tlfn. 910 10 66 57. Precio medio: 35-40 euros)
Podéis decantaros por la carta o por el menú especial para enamorados que ha compuesto Pucho Landin en una de las más recomendadas novedades gastro capitalinas. Su precio es de 60 euros y está formado por seis creaciones especiales disponibles del 14 al 18 de febrero en un entorno ambientado para la ocasión. Ostra, cigala o suprema de lubina son protagonistas en él y es que los pescados, procedentes de las lonjas gallegas, son las estrellas de este restaurante. No faltan, no obstante, carnes y guisos a la manera tradicional envueltos en un precioso interiorismo de Marta Banús.
TARAMARA (Avda. de los Arces, 11. Tlfn. 910 58 11 21. Precio medio: 35-40 euros)
Sergio y Roberto Hernández se metieron a Madrid en el bolsillo con su Latasia, deliciosa mezcla culinaria homónina en el Paseo de la Castellana. Ahora vuelven a hacerlo con otro restaurante de nivelón, sobrio y elegante en lo estético e igualmente chispeante en lo gastronómico, que abrió con la premisa de ofrecer una cocina más tradicional, más de raíz mediterránea. Así es, pero no han podido evitar seguir practicando su magia sacándose de la chistera otras nuevas propuestas con el sello internacional que les ha reconocido en los últimos años. Por eso, a unas croquetas, unos callos o un rico arroz meloso con panceta, trigueros, setas y bacalao se añade el sam de panceta con miel de miso y mayo chipotle o la imprescindible ensaladilla o el demandado ceviche Latasia. Parejas, escoged su tercer y más íntimo salón, mirando a la cocina abierta, y disponeos al disfrute.
GRAN CLAVEL (Gran Vía, 11. Tlfn. 915 24 23 05. Precio medio: 35-40 euros)
Gran Clavel es la novísima apuesta gastronómica en la Gran Vía, en el hotel IBEROSTAR Las Letras. Por fin se suma de nuevo a esta arteria madrileña un concepto atractivo, original, apetecible y muy recomendable para reservar. Vermutería para un aperitivo sencillo, bar de vinos con excelente fórmula diaria a 14 euros (guiso+vino+queso) y casa de comidas, en ese orden, se suceden al entrar. Rafa Cordón pilota las tres cartas, ancladas en la tradición capitalina pero revestidas de actualidad. Daréis buena cuenta de ellas en especial en el último de los espacios, donde se rescatan platos como el cóctel de langostinos, los huevos rellenos o el besugo a la madrileña. Atención al proyectazo de interiorismo de Better.
POMERANIA (María de Molina, 4. Tlfn. 910 88 45 50. Precio medio: 30 euros)
El Mediterráneo y el norte de Europa se combinan en el cuarto restaurante de nombre canino del grupo Rantanplán (Teckel, Pointer, Chow-chow). El mar está presente en una carta sencilla, como la de sus hermanos mayores, rica y apetecible, con lo tradicional como base pero con una pequeña vuelta de tuerca viajera y creativa en elaboraciones y presentaciones (como la ensaladilla rusa con el carabinero como protagonista o el tiradito de vieiras con apionabo flambeado sobre una ligera base alcohólica). Lo nórdico se deja ver en un imponente diseño de María Villalón que merece la visita, terraza incluida.
BRASSERIE ANTOINETTE (Preciados, 34. Tlfn. 910 60 18 88. Precio medio: 35-40 euros)
Francia toma la calle Preciados con esta elegantísima “brasserie” que ofrece lo que podría ofrecer cualquier buen bistró parisino durante todo el día, desde una sopa de cebolla con queso emmental gratinado y pan tostado a un tradicional boeuf bourguignon. No faltan tampoco galettes, crêpes y gofres que salen de su cocina vista, núcleo de este barroco local que mira a las épocas más esplendorosas de los siglos XVIII y XIX y que no deja indiferente.