6 consejos para escribir poesía

Algunos crecimos con la idea de que la poesía es difícil de escribirse, otros, con la de que es aburrida. Ninguna de las dos ideas es cierta. La poesía ha sido a través de los siglos y, lo es ahora, una de las máximas expresiones verbales del ser humano. Lo sublima, lo eleva por encima de todas las creaturas. Quitémonos esa percepción de que la poesía es propia de caballeros vestidos de manera formal, o de damas de voces estridentes que son el centro de tediosos recitales sin audiencia. ¿Quieres escribir poesía? Aquí te dejo algunos consejos.

6. Lee poesía universal

Para escribir poesía, hay que leerla. Es muy importante que conozcas el género a fondo. Lee a los mejores poetas que ha dado el mundo y, si te es posible, busca su obra en el idioma original, ya que la poesía es difícil de ser traducida. Busca esa esencia que el escritor intentó dejar en su poema.

5. Transcribe poesía

Copia los poemas que te agradan. Ejerce ese acto mágico de escribir ese poema que te gusta y tendrás la oportunidad de sentir en carne propia las sensaciones que invadían a tu autor favorito en el momento de plasmar su sentir. Créeme que esta práctica te será útil para comprender y analizar el texto de mejor manera. Es conocido que los grandes compositores transcribieron las obras de otros solo para conocer la sensación que tuvo el músico original al escribirlas. ¿Sabías que Liszt transcribió todas las sinfonías de Beethoven? El informático Diego Buendía transcribió “El Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra, en 17,000 tuits. Increíble labor ¿no te parece?

4. Analiza los poemas que te gustan

Comienza por averiguar si es el poema fue escrito en verso libre, o si se trata de una forma clásica. Luego, descubre su métrica, su rima, su ritmo. Disecciona los poemas como si estuvieras en un laboratorio. Te invito a que desmenuces el poema “Yo no lo sé de cierto” de Jaime Sabines y te asombrará el uso que hace este magnífico poeta -nacido en Chiapas, México-, de la letra “o”.

3. Lee poesía en voz alta

Es muy diferente la apreciación que se obtiene del lenguaje poético cuando nos llega solamente a través de la vista, de la lectura, en el silencio de nuestro raciocinio. Escúchala, grítala, cántala y hazla vivir.

2. Asociaciones audaces

Ahora les daré una revelación que uso en mi poesía: asocia un sustantivo con otro, o bien, un sustantivo y un verbo que en apariencia no tengan nada en común. Observando el cuadro de Gustav Klimt, “Las lágrimas de Freya”, que representa a una mujer rubia llorando lágrimas doradas, se me ocurrió un verso: “llorando soles”.

Un ejemplo más: el pan y las lágrimas poco o nada tienen que ver, pero me ayudaron a formular esta metáfora: “Para vivir, ella te ofrece un bocado de luna, una lágrima recién horneada”.

Educa tu mente para crear asociaciones audaces y el resultado será una y mil figuras poéticas.

1. Construye metáforas

La poesía es la expresión de una realidad a través de otra. La poesía es metáfora en esencia. Los poemas que narran, o bien, que describen, no son tan ricos como aquellos que nos brindan metáforas. Juega con las palabras. Al final, eso es la poesía, un hermoso juego de palabras.

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Me despido con una cita maravillosa del escritor alemán Hermann Hesse: “He sido un hombre que busca, pero ya no busco en las estrellas ni en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre”.

Hasta la próxima.

Por Alex M. Fourzan