Revista Cultura y Ocio
Si eres de esas personas que no sólo se detiene a leer sino que también anhelacrear sus propias historias, seguramente habrás vivido aquellos momentos frustrantes en los que, sentado frente al papel con lápiz en mano, no consigues idear ni una sola frase de partida y la hoja expectante te reclama silenciosamente con su blancura que la impregnes de romances, tragedias y aventuras. Pero no, tu mente está bloqueada, es incapaz de moldear ese personaje o escenario que prendan chispa a tu imaginación. Eso me pasa todo el tiempo. Por eso quisiera compartirte algunos métodos que me han brindado una considerable ayuda a la hora de interpretar el papel de escritor. Así pues, si el desespero aumenta en ti porque no se te ocurre qué escribir, a continuación tienes algunas fuentes de inspiración para tus relatos.
1.Libros y personajes favoritos: Aunque suene un tanto evidente, lo cierto es que no todos aprovechan este gran recurso tan práctico y fácil cuando se desea crear una historia. Si tu imaginación no logra darle forma a protagonistas o atmósferas,tómalos prestados de tu libro favorito. El fanfiction, o fanfic, es muy popular precisamente por ello, porque ya tienes los personajes de tu relato y lo único que debes hacer es darles un diálogo, un acontecimiento. No es exagerado decir que J. K Rowling cultivó el sueño de ser escritor en millones de jóvenes, y muchos de ellos a menudo relatan sus propias aventuras con Harry, Ron o Hermione como figuras principales. De hecho hay libros muy populares sobre el mundo pottérico y sus personajes que no fueron creados por la famosa escritora británica. Entonces, si te encuentras estancado y no sabes qué plasmar en el papel, toma una locación del libro que amas o aquella estrella literaria que te quita el sueño y dale episodios heroicos, situaciones románticas, guiones memorables que impulsen tu creatividad.
2. Lugar en el que escribes: Si pretendes escribir en la sala de tu hogar, con tu familia al lado conversando airadamente o viendo televisión a todo volumen, probablemente las ideas que te lleguen no serán muy coherentes ni claras. Por ello es vital que encuentres ese sitio ideal que te otorgue la calma o silencio que requieras. Lo usual es que tu habitación sea el punto perfecto para ubicarte en el escritorio o tu cama y escribir bocetos de esa novela que deseas publicar en el mundo entero. Si ese es tu lugar favorito, adecúalo de tal manera que te sientas como en el paraíso cuando decidas tomar cuaderno y bolígrafo. En lo que a mí respecta, la terraza de mi casa era el sitio oportuno para que las historias llegaran a mí y pidiesen con ansias ser guardadas entre mis apuntes. Estar en el espacio indicado hace una gran diferencia cuando de crear se trata.
3. Dulces y bebidas: Quizá te suene a broma pero no lo es. Hay ciertos productos que al consumirlos prenden en nosotros el fuego de la literatura. Una vez leí que el vino es la bebida por excelencia del escritor. Y creo que es muy cierto. Solo es que tomes unos cuantos sorbos de este dulce, incitante líquido, y muchas sensaciones guardadas con celo en lo más fondo de tu ser podrán salir a flote y traducirse en historias sublimes, cuentos cautivadores. El vino desinhibe, desata pensamientos y emociones que por lo general ocultas o no percibes. Y al liberar todo ello de sus ataduras, buenas ideas pueden acudir a ti en cuestión de segundos. Garantizado. Este escritor te lo dice por experiencia propia. Ahora bien, si lo tuyo no es el alcohol, los dulces y chocolates también tienen un efecto que endulza el paladar y acaricia el alma, robándole las palabras secretas que requieres para iniciar tus escritos. En un gran post publicado semanas atrás por María del Carmen, veíamos algunas recomendaciones sobre postres y bocadillos para acompañar nuestra lectura, y sé que de allí puedes sacar buenas ideas para también incentivar el escritor que llevas en ti.
4. Ambiente: El mundo está plagado de historias que no se han contado, que claman por ser escritas. Si saliese ahora mismo a la calle, vería alguna pareja caminando junto a un lago o una mujer haciendo ejercicio bajo la intensa luz del sol, y eso ya es comienzo para un relato. Por eso es indispensable que veas en la calle, observes en el transporte, escuches en las tiendas, porque en cada lugar se esconden palabras invisibles que quieren reposar en tu mente y tus páginas. Si no sabes qué cuento escribir, camina por un parque cercano o en alguna calle concurrida de tu ciudad. Allí encontrarás los personajes esquivos que rehúyen tu imaginación. Los aeropuertos suelen ser una fuente casi infinita de hombres y mujeres diferentes que bien pueden ocupar el rol de amantes o enemigos en el manuscrito que planeas publicar. Solo es cuestión de estar en el ambiente ideal. En un bus puedes ver y vivir sucesos que pueden convertirse en pequeños relatos aclamados por tus amigos cuando los cuelgues en internet. En la plaza de tu ciudad suelen encontrarse pintorescos escenarios que sin duda pueden darle rienda suelta a tu inventiva. Es cuestión de dar con el ambiente adecuado.
5. La persona que amas: Bastante obvio, ¿verdad? Pero no por ello dejo de recomendártela. Gracias a una dama que amé decidí convertirme en escritor, y aunque mis primeros cuentos merecían premio al desastre literario del siglo, la cantidad de ideas que la belleza de esa joven me dio no se puede medir. Y como estoy seguro de que alguna vez en tu vida has querido o amado, esta fuente de inspiración resulta extraordinaria si estás en un aprieto con letras escurridizas. Que te hable de amor no necesariamente quiere decir que tus relatos vayan a tomar un tinte romántico. Eso depende de cómo percibes lo que quieres inventar. De esa persona que quieres pueden surgir ideas sobre relatos fantásticos, trágicos, de misterio, aventura, ficción, y muchos, muchísimos más. Incluso si hoy por hoy no tienes una persona especial en tu vida, puedes recordar a quienes ya no están, los que ya pasaron por tu camino y dejaron recuerdos que estremecen tu ser. De allí pueden surgir las palabras más célebres e inolvidables.
6. Música: Para culminar, te comparto la principal fuente de los relatos que acostumbro publicar. Hay un algo indescriptible en ciertas melodías que escucho que provoca una oleada de ideas majestuosas. Ya sea escuchando a Coldplay o Arcade Fire, Chopin o Yiruma, lo cierto es que sus canciones e interpretaciones consiguen activar un circuito especial en mí que reproduce las escenas precisas para mis escritos. Por ello te recomiendo sobremanera que si tienes problemas a la hora de escribir, le dediques algún tiempo a los artistas que te gustan o el género que más te atrae. La música tiene una belleza intensamente ligada a la magia de la literatura. Una canción cualquiera puede ser el fondo perfecto para el relato que nace por medio de las voces y los instrumentos que tocan tu corazón. Aunque aún no la uso para inspirar una historia propia, siempre he pensado que Jueves, de La Oreja de Van Gogh, es la canción que más fácil puede disparar tu imaginación para un relato corto y trágico. Es una melodía sumamente triste que rápidamente toca fibras íntimas. Si quieres escribir pero no sabes qué, escucha esa canción y quizá alguna idea acuda a ti con deseos de ser estampada en páginas cargadas de emotividad.
Espero que alguna de las recomendaciones anteriores te sirva para crear novelas épicas y cuentos impresionantes que cautiven a tus lectores. ¿Tienes algún otro método que emplees? ¡No dudes en compartirlo! Estaremos encantados de contar con más alternativas que nos ayuden cuando hagamos las veces de escritor. Por lo pronto toma papel y lápiz, cierra los ojos y deja que tu mente se marche a buscar historias que pululen en las fuentes de inspiración.
Jef Volkjten Aclaración: La semana pasada leí un excelente artículo sobre 10 consejos para escribir buenas historias. No puedo evitar pensar que el tema de ambos artículos es bastante similar y por ello quiero resaltar que la idea para este post la tuve hace varias semanas atrás, antes de que se publicaran los consejos que menciono. No pretendo hacer una imitación de tal publicación, es imposible. Estas líneas son de un aficionado amante de la literatura mientras el artículo del que hablo fue escrito por un experto en el tema y que trabaja en una reconocida revista colombiana. La calidad de sus palabras es tremenda y si esta entrada te gustó, su publicación sin duda te encantará.