Hay canciones que, aunque pase el tiempo, seguirán escuchándose. Son esos temas que se transmiten de una generación a otra y que normalmente no valoramos como deberíamos a los 15 años pero cuando vamos sumando páginas al almanaque, redescubrimos su grandeza.
¿Cuáles son las canciones para no olvidar, esos temas que se quedarán grabados en nuestra memoria?
- Purple Haze, de Jimi Hendrix. Este tema salió a la luz en 1967 y desde entonces se convirtió en uno de los riffs más inolvidables del rock & roll. Según contó Hendrix, se inspiró en un sueño relacionado con un libro del escritor de ciencia ficción y fantasía Philip José Farmer.
- (I Can’t Get No) Satisfaction, de The Rolling Stones. El riff más popular del mundo también llegó a través de un sueño. Keith Richards estaba durmiendo en la habitación de un hotel, en 1965, cuando tuvo la idea. Inmediatamente se levantó, cogió la guitarra y registró las notas usando una pequeña grabadora. En ese momento el rock alcanzó su mayoría de edad.
- Imagine, de John Lennon. Corría 1971 cuando Lennon le hizo su mayor regalo al mundo. Desde entonces, este desgarrador himno de esperanza y fraternidad nos ha inspirado en los momentos más difíciles y ha liderado muchas luchas sociales. Definitivamente, el mundo no sería igual sin esta canción.
- Respect, de Aretha Franklin. No fue la primera en grabar este tema pero su versión sería la que pasaría a la historia y la coronaría como la reina del soul. En 1967 la artista estaba atravesando serios problemas en su matrimonio y supo canalizarlos a través de esta canción, poniéndole toda su alma y, por supuesto, su gran voz.
- Good Vibrations, de The Beach Boys. Es un tema muy espiritual pero, curiosamente, necesitó la descomunal inversión de 50.000 dólares, la mayor suma de dinero destinada a una canción de los años ’60. Y es que Wilson tuvo completa libertad para experimentar, por lo que probó muchos instrumentos y ritmos, hasta dar con la combinación justa.
- Smell like teen spirit, de Nirvana. Se dice que el productor tuvo muchas dudas cuando oyó la canción por primera vez ya que el sonido que provenía del casete era lamentable. Sin embargo, este tema se convertiría en el más emblemático de Kurt Cobain, aunque tres años más tarde transmutó en una tortura para el cantante ya que se veía obligado a cantarlo en todos sus conciertos.
- Blowin’ In the Wind, Bob Dylan. Todo cambió en abril de 1962, cuando un joven cantante dio un pequeño discurso antes de tocar una de las canciones que lo marcaría por siempre, a él y a su generación. Aunque Bob Dylan afirmó que no era una canción protesta, el tema se convirtió en la canción protesta más famosa de la historia, una canción para no olvidar.