Los mitos y leyendas no son cosa del pasado, más bien siguen formando parte de nuetro día a día. Al menos tenemos claro que lo de “la chica de la curva” y “el alien de Roswell”, son cuentos para no dormir. Pero en materia de nutrición, siguen existiendo conceptos erroneos que se transmiten generación tras generación.
Esta mañana hemos querido repasar algunos de los mitos más comunes que podemos encontrar en el mundo de la nutrición, la mayoría de los cuales caen por su propio peso, pero no por ello vamos a dejar de explicarlos.
Esperamos que os resulten intersantes.
Mito estúpido nº 1: Comer grasa hará que tengas más grasa
Comer grasa no engorda, es más, no comer la suficiente sí que puede hacer que almacenemos más de la cuenta. Varios estudios demuestran que una dieta alta en grasas (por supuesto saludables), actúa de forma más eficiente en la pérdida de peso y la salud en general que una dieta baja en grasas.
El problema es que las grasas saturadas y las grasas “trans” han dado la mala fama a este macronutriente, si bien las grasas saludables que podemos encontrar en los pescados, los frutos secos o el aceite de oliva son un componente clave en cualquier dieta saludable que se precie.
Para que nos quede claro de una vez: GRASA NO ES IGUAL A VENENO
Mito estúpido nº 2: El pan te harán engordar
Otro de los grandes mitos de finales del S XX, pero en este caso me remito a las sabias palabras de mi madre, “no engorda el pan, engorda lo que lleva dentro”…
Es más, apoyando esta frase lapidatoria, yo introduciría una nueva variable a esta sentencia: el pan engorda más o menos dependiendo de su composición de la naturaleza de los cereales utilizados, ya que algunos de ellos incluso ayudan a perder peso.
Un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition encontró que las personas con sobrepeso que consumieron de forma regular a lo largo del día cereales de granos enteros perdieron más grasa abdominal que los que saltaron sus raciones diarias.
La razón: La fibra que se encuentra en alimentos de grano entero ayuda a la digestión lenta, manteniendo por más tiempo la sensación de saciedad en nuestro estomago.
En cambio, sí debemos huir de los granos de harina blanca refinada, si bien añadir a nuestro menú diario varios gramos de pan integral es una gran idea para mantener una dieta equilibrada.
Los granos enteros (aquellos que no están procesados) proporcionan vitaminas, algunos minerales y fibras: tres sustancias importantes tanto para el sistema inmunológico y para la salud en general. Para muchas personas, una de las mejores maneras de aumentar el consumo de nutrientes, consiste en reemplazar el consumo de los alimentos “blancos” (que lamentablemente son muy comunes en nuestra sociedad) por granos enteros. A pesar de que ambos están en la categoría de carbohidratos complejos, los alimentos blancos muy refinados no son nutritivos. Esto hace que la elección de aquellos carbohidratos no refinados ricos en nutrientes sea muy importante.
Sin embargo presta mucha atención al seleccionar el pan que consumas y lee atentamente las etiquetas. Asegúrate de que el pan sea integral o de centeno o de otro tipo de granos y no harina “enriquecida” o de “harina blanca” o “harina integral”.. No te dejes engañar por la etiqueta del envoltorio. Los fabricantes pueden poner “granos entero” en letra grande, pero es importante leer la etiqueta cuidadosamente para asegurarse de que los granos enteros realmente conforman la mayoría de los compuestos del producto, y que no estén hechos con harina de “trigo” o “enriquecida”.
Mito estúpido nº 3: Picar entre horas te hará engordar
Nos anuncian continuamente que comer entre horas hará que debamos comprarnos un par de tallas más de pantalón cada tres meses. Si bien, volvemos a lo mismo del pan… no es malo picar entre horas, lo malo es picar alimentos poco adecuados. De hecho comer entre horas es una de las mejores formas de evitar el aumento de tallas del pantalón.
Está demostrado que comer cada 3 horas aproximadamente ayuda a mantener los niveles de azúcar en nuestro cuerpo, haciéndonos sentir que estamos saciados y evitando que nuestro metabolismo se desacelere.
Alimentos que puedes consumir entre horas son los de alto contenido en proteínas como los frutos secos (almendras naturales) lácteos (yogur natural) o hidratos simples como las frutas (manzanas, peras, piña, kiwis, fresas, etc..)
Aquí os dejamos dos artículos que os resultarán de gran ayuda:
- Que picar entre horas
- Mata el gusanillo de forma sana
Mito estúpido nº 4: El café está arruinando tu salud
Vayamos por partes, el café en su justa medida es una bebida que puede aportarnos grandes beneficios. Es más, está demostrado que los bebedores de café son menos propensos a desarrollar diabetes tipo 2, enfermedad de Parkinson, demencia, accidentes cerebrovasculares y depresión.
¿Cómo? Pues en realidad se debe a que el café es una de las principales fuentes de antioxidantes que existen.
Y justo cuando estamos absolutamente emocionados con la información leída, al día siguiente nos dicen que el café puede taponar las arterias, acelerarnos el corazón de forma peligrosa, contribuir a agravar los problemas con las zonas propensas a la osteoporosis, producir insomnio, etc.Si navegamos por la literatura reciente, podemos encontrar más de 18.000 estudios que examinan los diversos beneficios y desventajas de la ingestión de cafeína. Según el Instituto de Estudios del Café en la Universidad de Vanderbilt (Nashville, Tennessee – U.S.A.), el café es sobre todo beneficioso.
Por lo general, sólo ciertos grupos de personas (como mujeres embarazadas o personas con enfermedades del corazón) se les advierte que eviten la cafeína. En otras palabras, no es necesario renunciar a nuestro café matutino.
Respecto a la duda de si puede ayudarnos a bajar de peso, habréis observado que la cafeína es un ingrediente básico en muchas pastillas y píldoras dietéticas, pero, ¿realmente la cafeína ayuda a perder peso?
La respuesta es SI y sobre todo ayuda a perder peso de dos maneras:
1. Aumenta nuestro metabolismo
La ingestión de cafeína libera el proceso de lipólisis, que es cuando el cuerpo libera los ácidos grasos libres en el torrente sanguíneo. Esto ocurre cuando el cuerpo está derribando las reservas de grasa para convertirla en energía. En otras palabras, la cafeína aumenta el metabolismo un poco, nos ayuda a quemar grasa.
2. Nos da un aporte extra de energía
Si hay una cosa que todo el mundo sabe acerca de la cafeína es que es un estimulante. Aumenta el estado de alerta y retrasa la somnolencia, lo cual nos permite realizar ciertas tareas durante más tiempo.
Sin embargo, esto no se limita sólo a las tareas mentales. Esto incluye tareas físicas, así, como correr o levantar pesas. Esto significa una dosis de un poco de cafeína puede darnos la energía que necesitamos durante el 100 % del entrenamiento, por tanto si lo damos todo durante la sesión, los resultados se verán más rápido
Mito estúpido nº 5: El postre será tu perdición
Todo lo contrario, el postre es uno de los motivos para seguir viviendo…
Está demostrado que eliminar por completo los pequeños placeres que encontramos a través de ciertos alimentos se puede volver en nuestra contra.
Dejar de comer helado de chocolate, sólo conseguirá que acabemos soñando con él. Acabaremos idealizando ese postre como si fuera uno de los manjares más apetitosos del mundo. Salvando las distancias es lo que nos pasa cuando nos deja nuestra pareja, acabamos idealizando una persona que al fin y al cabo no era tan especial.
Lo mejor en estos casos es ser más indulgentes y concederemos un premio una vez a la semana, pero como siempre os decimos “una vez a la semana” no todos los días. En caso contrario ya no se convierte en un premio, se convierte en una obligación y pierde todo su halo de magia.
Además el contenido calórico de un helado tradicional es nimio:
Calorías: entre 160 y 250 calorías por cada 100 gramos en los helados de crema. Los de agua, que no incluyen grasa en su composición, y los light, con muy poca grasa y edulcorantes no calóricos, aportan bastantes menos calorías.
Mito estúpido nº 6: La carne roja te provocará ataques al corazón
Y Sadam tenía armas de destrucción masiva…
A lo que vamos, está demostrado que el consumo de carnes procesadas, tales como embutidos, tocinos, salchichas, etc… pueden contribuir a desarrollar ciertas enfermedades cardiovasculares. Pero de eso a que la carne roja produce los mismos efectos hay una diferencia palpable.
La carne también es una proteína completa, proporcionándonos aminoácidos esenciales y ayudando en algunos casos a la pérdida y el control de peso. Por otra parte, la carne y otros productos animales son la única fuente dietética de vitamina B12, que ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos y mantener un sistema nervioso sano. Pero cuidado: Comer demasiadas grasas saturadas se ha relacionado con enfermedades del corazón por tanto nuestra recomendación es que busques siempre los cortes magros.
Esta carne es muy rica en hierro, manganeso, yodo, zinc y selenio, así como en proteínas de alto valor biológico, aunque estos nutrientes varían según la especie, la edad y hasta el sexo del animal, y por supuesto también influirá la forma en que se cocine.
Mito estúpido nº 7: Los huevos son una bomba de colesterol
Hemos dejado uno de los más clásicos para el final, ya que esta riquísima fuente de proteína ha sido maldita en los últimos tiempos por su contenido en colesterol…bueno el contenido en colesterol de la yema.
Pero amigos, esta es la cruda realidad:
Los huevos enteros contienen más vitaminas y minerales esenciales por caloría que prácticamente cualquier otro alimento. También son una de las mejores fuentes que existen de colina, una sustancia que nuestro cuerpo requiere para romper la grasa y transformarla en energía.
La colina o vitamina B7 o vitamina H es un buen aliado de la L-carnitina en su función de transporte y combustión de grasas. La colina participa en múltiples reacciones metabólicas. Está presente en las membranas celulares en forma de lecitina o fosfatidilcolina, sustancia que juega un papel importante en el metabolismo de las grasas, hidratos de carbono, aminoácidos y purinas, ya que facilita su transporte desde el hígado a las células. Así mismo, forma parte de otros compuestos de gran importancia funcional como la acetilcolina; un neurotransmisor esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso
Además, los huevos proporcionan luteína y zeaxantina, antioxidantes que ayudan a prevenir la degeneración macular y las cataratas.
Incluso puede ser el alimento de la dieta perfecta, ya que varios estudios demostraron que las personas que ingirieron huevos por la mañana en el desayuno, consumieron menos calorías el resto del día que las personas que comieron panecillos en su lugar. A pesar de ambos desayunos contenían el mismo número total de calorías.
Es cierto que la yema de huevo posee un alto contenido de colesterol, aproximadamente 213 gramos por unidad. Por tal motivo, tradicionalmente, se ha recomendado no consumir más de tres huevos por semana.
Sin embargo, en la actualidad se sabe que el colesterol dietario, no aumenta los valores de colesterol en sangre de las personas sanas. Por otra parte, el huevo posee mayor cantidad de ácidos grasos insaturados, beneficiosos para el organismo, que saturados.
Los estudios realizados muestran que la grasa saturada total ingerida es más determinante de los valores de colesterol en sangre que el consumo de colesterol en la dieta, ya que sólo se absorbe el 15% del colesterol ingerido con los alimentos.
De ahí que, lejos de ser considerado el responsable del aumento del colesterol en sangre, en la actualidad el huevo es reivindicado como un alimento funcional, que proporciona beneficios adicionales para la salud, más allá de las necesidades alimentarias básicas.
Sólo debes de tener en cuenta la forma en que los cocinas: evita el exceso de aceite; escalfados, hervidos o pasados por agua es la opción más saludable.
Por último, empieza bien el día. Un gran desayuno ayuda a poner en marcha tu metabolismo y tiende a quemar más calorías durante el día.
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